Los aficionados mallorquines al fútbol sala no defraudaron. De nuevo el Palau d'Esports de Son Moix volvió a llenarse hasta la bandera para insuflar un ayuda extra a la plantilla del Palma Futsal, que estaba ante la histórica oportunidad de alcanzar su primera final por el título de liga.

Como de costumbre, Mallorca volvió a responder en las grandes citas y llenó el pabellón palmesano para animar a su equipo. La hinchada local aguantó de forma estoica casi una hora, el tiempo que se demoró el inicio, hasta que arrancó el partido y después se esperó en sus asientos hasta el bocinazo final. La grada jugó su papel y estuvo aprentando al Movistar Inter desde el momento en que comenzó el duelo, llevando en volandas a un Palma Futsal que volvió a demostrar que puede competir contra los grandes de la competición nacional. Tras la tanda de penaltis, la afición brindó a los jugadores de Juanito una ovación como recompensa al esfuerzo y a la lucha, pese a no tener el premio en forma de victoria. r.g. palma