En un derbi descafeinado por las circunstancias de ambos equipos, el Llosetense fue el que de nuevo se llevó el gato al agua, sumando pleno de puntos en las dos confrontaciones que en Liga han protagonizado los dos equipos mallorquines del Grupo III de Segunda B. Si siete días antes, el equipo de Nico López certificó su descenso, ayer el Atlético Baleares se quedó sin opción alguna de poder alcanzar una plaza para la próxima edición de la Copa del Rey al caer por 0-1 en su campo. Por si había alguna duda.

De la película del partido, decir que comenzó dominando el once de Christian Ziege, volcando de salida su juego por el costado diestro llosetí, zona de influencia en donde el Atlético Baleares encontraba más facilidades. De las botas de Biel Guasp germinaron las mejores opciones locales en los minutos iniciales de juego. La primera, tras un saque de esquina botado por el propio Guasp en el que el esférico, que se proyectó hacia el segundo palo, no acabó en la red porque Rubén Jurado no consiguió ejecutar con acierto. Ocasión clara que definiría lo que fue el partido para los locales: un constante querer y no poder.

La respuesta del Llosetense nació en las botas de Héctor, asistiendo a su compañero Aitor Pons. El remate del menorquín se encontró con la certera intervención de Vicenç. Con todo, no dejaba de ser una acción aislada, ya que la iniciativa en el juego la llevaba el equipo blanquiazul.

Los minutos iban pasando y ni Esteban ni Rubén Jurado conseguían perforar el marco de un Mingo muy seguro. Y, lo que son las cosas del fútbol, del 1-0 más que previsible se pasó al sorpresivo 0-1. Joan Salvà, rematando una falta botada sobre el área local, sorprendió a todos, poniendo en ventaja a los suyos.

Un gol denominado psicológico y que en este caso lo fue. De esta forma, los llosetins ganaron la zona de vestuarios con ventaja por la mínima en el electrónico.

Y si en la primera parte el fútbol se vio a cuenta gotas, la reanudación ofreció menos argumentos futbolísticos. Al Llosetense, porque ya le venía bien conservar el 0-1 y al menos acabar con una sonrisa -aunque aún queda una jornada de Liga- la temporada. Y en el bando local porque ayer no fue su día, comenzando por la triple ocasión de que dispuso al cuarto de hora del segundo tiempo, y porque además el colegiado del encuentro mostró la segunda amarilla a Wiemann, dejando en inferioridad numérica a los blanquiazules por espacio de casi media hora.

Atlético Baleares: Vicenç, Vich (Casares, min. 78), Wiemann, Manu Farrando, Guasp, Esteban, Juanjo (Kike López, min. 65), Malik, Chando, Fullana y Rubén Jurado.

Llosetense: Mingo, Campins, Bibi, Rigo, Lirola, Cristian, Héctor, Bernat Alomar, Joan Salvà (Xesc Regis, min. 70), Nico y Aitor Pons (Bedri, min. 87).

Goles: 0-1, min. 45: Joan Salvà.

Árbitro: Rodríguez García (Comité Asturiano).

Tarjetas amarillas: A Juanjo (Atlético Baleares); y a Nico Baleani y Héctor (Llosetense).

Tarjetas rojas: Expulsó por doble amarilla al local Wiemann (min. 68).