Es imposible que el Palma Futsal viva un final más cruel que el que le tocó vivir ayer para quedarse sin la Copa del Rey. A tan solo veintiséis segundos del final de la segunda parte de la prórroga, el mallorquín Miguelín partió los corazones del club que le hizo profesional con un disparo que quedará para siempre en las pesadillas de la afición. La gloria es para el todopoderoso ElPozo Murcia, con seis veces más presupuesto que los baleares, pero esta derrota es de las que sirven para crecer, por mucho que eso ahora parezca un pobre consuelo.

Las finales están para ganarlas y el Palma dio la impresión que había jugado una decena de ellas, pero el verdadero triunfo es sentir que este equipo está para asumir retos como el de ayer en el Palacio de los Deportes San Pablo de Sevilla, con 4.900 espectadores en las gradas, unos 1.200 luciendo orgulloso el color verde pistacho. Porque el crecimiento social que está experimentando la entidad que preside Miquel Jaume quizá es el mayor triunfo de todos. Esto es para siempre, aunque da la impresión de que, si sigue haciendo así las cosas, llegarán más partidos como este. Su filosofía no solo le ha permitido que en Son Moix se vean más asientos ocupados, sino que le permite tutear, e incluso superar, a los más grandes clubes del mundo.

No hay que olvidar que para llegar a esta final apeó en cuartos al Movistar Inter y en una memorable semifinal al Barcelona. Y llevó hasta casi a los penaltis al tercer grande, un ElPozo Murcia que estaba obligado a ganar para evitar el fracaso. Fue una gran final, con un Palma que fue de menos a más y que consiguió remontar el 1-0, pero que no supo mantener el 1-2 hasta el final.

Los de Ciutat se mostraron planos en ataque en la primera parte, sobre todo en los primeros diez minutos, en los que la presión del rival puso en algunos aprietos a Nico Sarmiento, que dejó claro que estaba bien metido en la final. A los tres minutos ya había realizado una soberbia parada a un tiro de Lima y después fue Raúl Campos el que se estrelló en el argentino. Los isleños resistían en defensa, pero sufrían para generar peligro, hasta que llegó lo inevitable. El brasileño Jé se inventó una acción que rompió a la zaga y al propio Nico para adelantar a los murcianos.

Ese fue el punto de inflexión para los baleares, que se vieron obligados a espabilar. Un fantástico contraataque de Vadillo, culminado con un remate a media vuelta de Taffy, que despejó Fabio, fue un aviso serio. Pero no el último. Primero fue Joao el que lo intentó con un tiro lejano, pero fue poco después cuando el gol estuvo más cerca. Un fabuloso control de Taffy, de esos de dibujos animados, y posterior disparo, obligó al meta a realizar una gran despeje, pero ni Sergio, primero, ni Joao después, pudieron marcar. No es que ElPozo hubiera desaparecido, ni mucho menos, pero el Palma había despertado a la bestia que lleva dentro y que tan lejos le ha llevado. Eso sí, Nico Sarmiento volvió a lucirse para repeler dos tiros de Raúl Campos y Miguelín.

En la reanudación los insulares todavía fueron a más y demostraron que estaban enchufados para quedarse con la Copa. A 17:32 del final, una sensacional jugada de Sergio fue aprovechada por Taffy, entre el barullo, para empatar el encuentro. Lo más difícil ya se había hecho, pero todavía había que insistir mucho más. Bebe puso otra vez a prueba a Nico, y Pizarro, que solo salía a lanzar las faltas, también lo intentó. Hasta que volvieron a aparecer Taffy y Sergio. El brasileño inició una jugada que dejó al madrileño solo para que batiera a Fabio y llevara el jolgorio a la animada hinchada verde pistacho.

El Palma estaba justo donde quería. Con ventaja en el marcador y sintiéndose fuerte, sostenido por la seguridad que transmitía Nico Sarmiento en la portería, que voló en varias ocasiones para frustrar los intentos de Miguelín y Bebe. Pero ElPozo, un equipo plagado de internacionales, dejó su sello para que igualara el marcador a 8:11 del final, con un gran tiro de Álex. Ahí quizá se le fue el triunfo a los mallorquines porque ese tanto llegó cuando mejor estaba.

El partido, que se convirtió en un correcalles, encontró el protagonismo de Attos, que dispuso de dos acciones, casi consecutivas, en las que no pudo resolver ante Fabio. No obstante, ElPozo también estuvo cerca con un chut de Miguelín y, sobre todo, con un tiro al palo de Raúl Campos. Hasta que llegó la prórroga, la maldita prórroga, que ya quedará para la historia. El Palma Futsal demostró que quería ganar y dispuso de ocasiones, como tiros de vadillo y Joao, pero apareció Miguelín, en una acción esporádica, para marcar de un tiro cruzado cuando parecía que los penaltis iban a decidir el título. El duro final de un sueño, pero quizá el inicio de otro.

ElPozo Murcia: Fabio; Ruiz, Adri, Lima, Jé -equipo inicial-, Chemi (p), Bebe, Álex, Miguelín, Campos, Marinovic y Matteus.

Palma Futsal: Nico Sarmiento; Vadillo, Joao, Sergio, Taffy -equipo inicial-, Barrón (p), Attos, Pizarro, Joselito, Tomaz, Chicho y Paradynski..

Goles: 1-0, M.11: Jé. 1-1, M.23: Taffy. 1-2, M.29: Sergio. 2-2, M.32: Álex. 3-2, M.46: Miguelín.

Árbitro: Fernando Gutiérrez Lumbreras (Madrid) y Francisco Peña Díaz (Andalucía).

Tarjetas amarillas: Joao, Adri, Vadillo, Álex, Bebe, Ruiz y Jé.

Pabellón: Palació de los Deportes San Pablo con 4.900 espectadores.