Hace un año, en una competición internacional, el equipo de rugby El Toro se enfrentaba a un rival inglés. Cuando vieron a la joven Sofía Vicente Torrero preparándose para salir al campo, su padre recuerda que escuchó a uno de los ingleses bromeando: "La tendrán de mascota". Cuando empezó el partido y Sofía le hizo un placaje perfecto a uno de sus enormes contrincantes, el padre oyó otro comentario totalmente distinto al primero, entre la sorpresa, la admiración y el respeto: "Joder con la niña".
"Luego ya cuidaban mucho de acercarse", ríen Jesús Vicente y su hija mientras recuerdan el episodio. Sofía hoy tiene 16 años y es la única chica que juega en el equipo de El Toro, con el que se entrena y compite desde hace dos años: "Al principio, no te toman en serio, pero luego ya ven cómo vas". Y Sofía va muy en serio: ahora está a punto de hacer historia al ser la primera chica que podrá competir con sus compañeros varones en la próxima edición de los Juegos de las Islas. Está deseando que empiecen para poder placar a los jugadores de Guayana, Martinica, Córcega y Sicilia.
Hace ya décadas su padre jugaba al rugby. Su hermano mayor comenzó a practicarlo hace unos años. Su primo se apuntó. Y finalmente ella también decidió hacer un cambio radical de aficiones y abandonar la natación sincronizada para pasarse al rugby.
Al principio sus amigas le dijeran "que estaba loca"; sus conocidos pensaban "que no iba a aguantar"; y a sus compañeros les parecía "un poco chocante", pero hoy ha demostrado que mantiene el tipo y juega bien y siente que sus colegas de equipo la han acogido como a uno más. "Ellos tienen un rendimiento físico más alto, pero esto te alienta a superarlos, a esforzarte y a hacerlo mejor", asegura.
Lograr participar en los Juegos de las Islas no ha sido fácil, ya que algunas federaciones internacionales no contemplan las categorías mixtas. Pero ni Sofía ni Marta Lliteras, exjugadora de la selección nacional de rugby, estaban dispuestas a quedarse de brazos cruzados. Por algo la perseverancia es uno de los valores de este deporte.
Lliteras, delegada técnica de rugby de estos juegos, no tiró la toalla: "Desde el primer entrenamiento nos enseñan que 'si te placan, te levantas". Pasó meses intercambiando mails con las federaciones; hablando con altos cargos; y haciendo un análisis exhaustivo de todos los manuales y normativas existentes. Estuvo a punto de desistir, pero encontró un rayo de esperanza en un texto de la World Rugby. Este asidero legal, más el apoyo y las gestiones de una larga lista de personas relacionadas con el rugby nacional, facilitaron que el delegado del Comité Organizador de los Juegos de las Islas, Marcel·lí Got, escribiera una nota técnica para aceptar la participación femenina.
"Solo tengo que llevar un permiso paternal y del médico", señala contenta. Asegura que en los años que lleva practicando este deporte no ha tenido ni una sola lesión importante, más allá de algunos morados: "En el rugby hay menos lesiones que en el fútbol, la preparación física es mejor y la lucha es por robar el balón; lo que importa es el balón, no la persona".
Alumna de San Cayetano, este año acabará 4º de ESO y su intención es seguir estudiando para titularse en Criminología, aunque quiere seguir jugando y le gustaría poder competir al menos una vez con la selección española.
La chica defiende su afición con la célebre cita atribuida a Winston Churchill: "El fútbol es un juego de caballeros jugado por bárbaros mientras que el rugby es un juego de bárbaros jugado por caballeros". Ella ya ha probado que no es ni un bárbaro ni una princesa: Sofía es uno más.
