Con 26 años y en plena madurez, Alba Torrens presenta un palmarés envidiable en cuanto a títulos con la selección española y en las competiciones de clubes.

Habitual en los combinados nacionales de las categorías base, las medallas logradas no fueron por casualidad y su gran clase ya avanzaba que alcanzaría grandes cotas. Con 1´90 de altura y una agilidad impropia para su edad y estatura, su irrupción en la máxima categoría nacional del baloncesto femenino fue la anunciación de lo que estaba por venir. Progresó a pasos agigantados y se instaló en la elite en 2011, cuando con el Perfumerías Avenida de Salamanca se proclamó campeona de la Supercopa de España, Liga española y Euroliga; obteniendo además el galardón de ´Mejor jugadora de Europa´ concedido por la FIBA.

El siguiente paso estaba cantado y en Turquía le abrieron las puertas. Una rotura del ligamento cruzado de la rodilla derecha le dejó más de seis meses lesionada y una campaña casi en blanco, pero en 2014 rubricó la confianza que le dio el Galatasaray para repetir final, triunfo y MVP en la Euroliga.

Sin cumplir los 25 años, otro grande de Europa la llamó a sus filas tras firmar con España un excelente Mundial (plata y elegida en el quinteto ideal). Con el Ekaterinburg cayó el año pasado en la final ante el sorprendente Praga, pero este año se ha resarcido logrando su tercera corona (y con tres equipos distintos).