Johan Cruyff tuvo una relación muy intensa con Mallorca desde que se convirtió en una celebridad cuando era futbolista del Ajax de Amsterdam, el equipo de su ciudad natal con el que conquistó siete ligas antes de fichar por el Barcelona. De la isla le atrajeron sus playas y fiestas veraniegas cuando era una estrella del fútbol, y sus campos de golf cuando colgó las botas e inició su exitosa carrera como entrenador.

Pocos veranos falló a su cita con el Pula Golf en Son Servera, un complejo vacacional que le brindaba tranquilidad, intimidad y la posibilidad de jugar a golf, un deporte que le ocupó muchas horas de sus veranos isleños. De hecho, las instalaciones de Son Servera acogen un campeonato de golf benéfico organizado por la Fundación Johan Cruyff.

El holandés forjó muchas amistades en la isla durante aquellos veranos. Romeo Sala, propietario de Pula, fue uno de los mallorquines que mantuvo una relación más estrecha con el exentrenador del Barça. El empresario, muy afectado por la muerte de su amigo, recorrió ayer algunos de los lugares de la isla con los que estuvo con Cruyff para rendirle un último homenaje.

El holandés coincidió en aquellos veranos con futbolistas, entrenadores y personalidades del fútbol mallorquín como Mateu Alemany, Miquel Àngel Nadal o Llorenç Serra Ferrer, con el que le unía una estrecha amistad. Asimismo, su torneo de golf era punto de encuentro de deportistas y empresarios isleños.

Última aparición en la isla

Su última aparición pública en Mallorca se remonta a agosto de 2014, cuando asistió a la presentación del documental que repasaba la trayectoria personal y profesional de Miquel Àngel Nadal en Palma. El exentrenador del Barcelona se sentó en primera fila en compañía de su expupilo en el 'Dream Team' que forjó a principios de la década de los noventa. También asistió a la proyección Rafel Nadal, sobrino del hoy director deportivo del Mallorca.

Cruyff no sólo deja un vacío entre deportistas y figuras del fútbol que residen en la isla. Oriol Bonnín, cardiólogo residente en Mallorca hace décadas, lloraba ayer la muerte del hombre al que salvó la vida en 1991 al practicarle un doble 'bypass'. El cirujano que ha operado del corazón a miles de mallorquines supo ayer que el exfutbolista tenía previsto asistir al homenaje que recibirá en Son Espases por su trayectoria profesional el 29 de abril.

El holandés sobrevivió a su corazón, pero no al cáncer de pulmón que ayer terminó con la larga y apasionada relación que el ya legendario exentrenador del Barcelona tenía con Mallorca desde hacía más de 40 años.