Moral, ganas y buen fútbol. Eso fue lo que ayer le echó el Atlético Baleares ante el Alcoyano para revertir un partido que se le puso en contra cuando mejor jugaba en la primera parte, y que supo conservar el preciado botín pese a la fuerte presión ejercida por el conjunto de Andrés Palop en el tramo final. Se vivió un partido vibrante, emocionante y que, además, acabó con los tres puntos en el zurrón de los blanquiazules y el mensaje claro que todavía están vivos en la lucha por la cuarta plaza de este grupo tercero, con todavía 24 puntos en disputa.

De salida, los de Ziege cogieron las riendas del partido, buscando inaugurar el marcador. Chando por dos veces -una de ellas con mano a mano incluído- y Rubén Jurado de tremendo zapatazo, que escupió el palo, avisaban a los espectadores de lo que iban a contemplar desde sus asientos. Lo que nadie esperaba era el 0 a 1 de los visitantes. Una acción rápida que nació en las botas de Alfaro, que, desde el costado derecho, asistió a su compañero Álex Cortell para que éste con su remate hiciese imposible la intervención de Vicenç Sabater.

Con el gol encajado parecía que volvían las urgencias del pasado más reciente, pero no fue así. Este Atlético Baleares rezuma ahora otra cosa muy diferente, con ausencias y marcador en contra incluído. De hecho, la respuesta blanquiazul vino en forma de golazo, con una exitosa mezcla de rabia y precisión. Fue Rubén Jurado que desde la izquierda en la frontal del área lanzó un auténtico misil que tras pegar en el larguero se alojó por toda la escuadra dentro de la portería. Un tremendo golazo que de un plumazo cambió totalmente la dimensión de lo que estaba siendo el partido, devolviéndole la fuerza y decisión a un once blanquiazul que hasta el descanso controló y dominó el partido sin mayores sustos.

Tras el paso por vestuarios, Joan Vich, con una acción marca de la casa, ganó la línea de fondo y lanzó un centrochut que provocó la rápida reacción del cancerbero visitante, Marc Martínez, el cual metió los puños ante la peligrosidad del lanzamiento del número dos local. Un aviso claro a los alicantinos de que al cuadro local no le bastaba con empatar el partido. Y así, al cuarto de hora llegó el delirio en Son Malferit. De nuevo Joan Vich, inconmensurable en el partido de ayer, sirvió un balón más desde su costado derecho, en este caso a los pies de su compañero Malik. El lanzamiento desde la frontal del área pegó en la madera. Para fortuna suya, el esférico volvió a su posición y fusiló a un ya vencido Marc Martínez.

Con el 2 a 1 en el luminoso, Andrés Palop movió ficha entrando en la cancha Fall primero y después Devesa y Habibe. La presión visitante fue en aumento aunque solo dispuso de una ocasión, y fue en las botas del escurridizo Alfaro.

Ya en el tramo final, y buscando la comunión entre afición y futbolistas, Ziege le dio sus primeros minutos en Segunda B al joven de 16 años Pep Canals. Entró en el lugar de Kike López. Este centrocampista demostró buenas maneras en los pocos minutos que estuvo y dejó claro que puede ser en un futuro un buen futbolista.

Atlético Baleares: Vicenç, Vich, Wiemann, Prieto, Malik, Esteban, Riad, Kike (Pep Canals, min. 80), Chando, Thilo y Rubén Jurado (Casares, min. 87).

Alcoyano: Marc Martínez, Mode (Mode, min. 78), Navarro, Mario, Óscar López, Fran Miranda, Alfaro, Carles Salvador (Habibe, min. 81), Álex Cortell, Luismi (Fall, min. 65) y Liberto.

Goles: 0-1, min. 26; Álex Cortell. 1-1, min. 37; Rubén Jurado. 2-1, min. 59; Malik.

Árbitro: Santos Pargaña, del colegio andaluz.

Tarjetas amarillas: A Joan Vich por parte del Atlético Baleares; y a Fran Miranda por parte del Alcoyano.