El desierto californiano, terreno abonado en las últimas temporadas para el reinado de Novak Djokovic, acoge la puesta en marcha de los Masters 1.000 en el torneo de Indian Wells, que se disputará bajo el impacto de la noticia tenística del año, el positivo por dopaje de la rusa Maria Sharapova.

La cita, que el mallorquín Rafel Nadal afronta como un nuevo punto de inflexión en este tramo de su carrera, mostrará el estado del manacorí, cuartofinalista el pasado año. El quinto jugador del mundo -que salió vencedor en 2007, 2009 y 2013 y fue finalista en 2011- llega esperanzado en alcanzar el impulso necesario para reencontrarse con su mejor nivel.

Finalista en Doha y semifinalista en Río de Janeiro y Buenos Aires, Nadal afronta un nuevo intento. Tras la decepción del Abierto de Australia, el resto del curso es un desafío para el mallorquín, que incluso ha vuelto a su cordaje de toda la vida tras dos meses frustrantes en los que ha visto cómo su derecha se ha visto afectada por el cambio. Antes de viajar al desierto californiano ha estado ejercitándose, tras varias semanas en Mallorca, en Cozumel (México)

En Indian Wells se le verá usar de nuevo su antiguo cordaje, aunque el manacorí no llega en un buen momento al primer Masters 1.000 del curso. No ha logrado dar continuidad a la mejoría que evidenció en el tramo final del pasado año. Incluso, ha sido vulnerable incluso en tierra.

El torneo californiano contará con muchas ausencias. Gran parte de las mejores raquetas del circuito, tanto masculino como femenino, se reunirán durante diez días en las instalaciones de cemento del Indian Wells Tennis Garden. Una competición con pinta de Grand Slam que cada edición supera un llamativo registro de espectadores.

El torneo, que el año pasado superó en seguimiento, incluso, a Roland Garros, es un desafío más para el serbio Novak Djokovic, que pretende mantener el talante abusivo de los cursos recientes. Aspira su quinto título; al tercero consecutivo. Sin embargo, la edición de 2016 que arrancará hoy miércoles, no contemplará la misma final de los dos últimos años, ya que el suizo Roger Federer encabeza la lista de bajas ilustres.

A cambio, Indian Wells da la bienvenida al argentino Juan Martín del Potro, de vuelta tras once meses de baja por una lesión en la muñeca. El tenista de Tandil, finalista en 2013, lo hace con una invitación de la organización.

La falta de Federer despeja el panorama de Andy Murray, que nunca obtuvo la corona. Estuvo cerca en 2009, pero igual que el argentino fue superado por Nadal.

Djokovic y Murray, uno y dos del mundo, acuden reforzados por su papel de líderes con Serbia y Gran Bretaña en las respectivas eliminatorias de Copa Davis, aunque el estado físico del serbio está en cuestión: ganador en Doha y en el Abierto de Australia, se retiró en los cuartos de Dubai por problemas en la vista.