Sin que tampoco se deba criminalizar, no se puede considerar un buen ejemplo. Especialmente para los futbolistas más jóvenes. Los cientos de miles de niños y niñas que semanalmente se calzan las botas en partidos del fútbol base y que tanto se esfuerzan en quedarse con los detalles de las figuras. En imitarlos, en simular sus toques, gestos y en lucir sus preciadas camisetas. Los futbolistas del futuro que tantas veces observamos en los campos de juego como celebran sus goles y sus fallos igual que lo puedan hacer Messi, Ronaldo, Neymar, Luis Suárez o Iniesta. Es decir, los grandes, los mejores. Los que más cobran, los que en muchas ocasiones se olvidan que son mucho más que maravillosos jugadores de fútbol y que también son los modelos sobre los que muchos menores cimientan las bases de su crecimiento personal, deportivo e incluso profesional. Por eso, no considero correcto como ejecutó el penalti el Barcelona. Sobre todo por entender que no es un buen ejemplo de respeto deportivo.
