Pagando cara su escasa suerte en el sorteo de dorsales para el orden de salida, que le adjudicó el número 15, y tras padecer los rigores y efectos de realizar un recorrido sin guía, ni pausas, afrontando muchos metros rodando por el exterior, por el tercer carril. Trébol, con Biel Pou, perdió ayer, sobre la línea de meta, la sexta posición del 'Prix de France' del hipódromo de París-Vincennes, que se disputó sobre una pista embarrada y sin concesiones.

Una puntilla final que amargó la excepcional séptima posición del campeón menorquín, rodando a un promedio kilométrico de 1:11'6 minutos, sobre 2.100 metros, en una carrera de primer nivel mundial en la que se impuso el mejor caballo de los últimos tiempos. Un Bold Eagle, con Franck Nivard, al que benefició en la ascensión a la monté el discutible interior que le permitió Biel Pou, en su intento de recolocarse para refrescar a Trébol.

Una vez más, el generoso campeón nacional se mostró magnífico. En la recta de meta pagó sus excesivos esfuerzos, pero volvió a demostrar que es un animal mayúsculo, excepcional. Cediendo al final, pero terminando también por delante de muchos rivales que acabaron 'muertos' y sin apenas dar la cara. Como fue el caso del incómodo Univers de Pan, Tiégo d'Etang, Oasis Bi, Soléa Rivellière o el italiano Pascia' Lest.

La excepcional punta de velocidad de Trébol le permitió quedar entre los seis primeros tras la salida, pero abierto. Sin estela a seguir, a tres, y con el 'imbatible' Bold Eagle instalándose tras Biel Pou. Mientras, Timoko, con Björn Goop, asumía la responsabilidad de marcar el ritmo en cabeza y se preparaba para recibir la embestida de su bestia negra. Un Bold Eagle que se instaló a su par tras superar por el interior a Trébol.

En ese instante se inició el mano a mano que permitió al vencedor francés del último 'Amérique' apuntarse la segunda etapa de la 'Triple Corona' de Vincennes, con un crono de 1:10'7, mientras Timoko se debía conformar con terminar por segunda ocasión tras el mejor trotón del momento.