Jorge Lorenzo (Yamaha), autor del mejor tiempo en los entrenamientos de pretemporada realizados por los pilotos de MotoGP en el circuito malayo de Sepang, aseguró ayer tras la tercera y última jornada, que "los tiempos por vuelta hablan por sí solos".

"Hemos hecho muy buenos tiempos con la nueva electrónica y los neumáticos duros, después de no poder usar los blandos tras lo que sucedió ayer [por el martes]", señaló, a través de un comunicado emitido por su equipo, en relación con el accidente que sufrió el francés Loris Baz en plena recta de meta a 290 km/h. al reventar el neumático trasero de su moto.

"Estoy muy contento con los Michelin, porque han dado un gran paso adelante con las sensaciones que ofrece el nuevo neumático delantero", comentó Lorenzo, quien afirmó que el fabricante francés "ha hecho un gran trabajo porque las sensaciones son ahora mucho más parecidas a las del pasado año".

"En cualquier caso me siento muy cómodo y he sido muy rápido durante los tres días aunque todavía me estoy recuperando de las molestias físicas y seguro que en Phillip Island seremos más competitivos y podremos realizar una simulación de carrera", aseguró el campeón del mundo de MotoGP en 2015. Pero no sólo el tiempo del mallorquín fue lo que asustó. Su 'M1' aventajó en casi un segundo al siguiente en la tabla de tiempos, su compañero en el Movistar Yamaha, el italiano Valentino Rossi, dejando constancia la marca japonesa de sus superioridad a dos meses del inicio del Mundial. Los siguientes tests serán a partir del 17 de febrero en el circuito de Phillip Island (Australia).