-¿Cómo valora lo que va de temporada?
-La verdad es que el principio fue muy bueno y tuvimos una racha de siete victorias consecutivas que, a lo mejor, nos hicieron ver cosas que no eran reales. Estoy convencido de que Melilla y Palencia tienen que estar por encima nuestra. Tienen mucha más plantilla, mucho más presupuesto y mucha más infraestructura. Las circunstancias hicieron que ganáramos y estuviéramos por delante. A partir de aquí todo ha cambiado hacia mal. Todo lo que nos salía bien ahora nos sale mal y esto desembocó en intentar buscar un revulsivo. No es que las cosas no fueran bien porque en el momento en que destituimos a Cepeda íbamos terceros. Sin embargo la clasificación era engañosa porque estábamos a cinco partidos del primero, a dos del segundo y a un partido del cuarto. En resumen, menos estos últimos partidos, la trayectoria es muy buena y esperamos reconducirla para terminar consiguiendo el objetivo, que es quedar entre los cinco primeros, aunque creo que el objetivo real tiene que ser quedar tercero.
-¿Entiende que sorprenda la destitución de Cepeda
-Lo entiendo, pero lo entiendo porque la gente lo ve desde fuera y ven lo de fuera. Nosotros desde dentro veíamos que las cosas no funcionaban y que, a pesar de que fuéramos terceros, valorábamos más cosas. Creemos que la dinámica no era buena y que perdiendo uno o dos partidos más nos íbamos a la novena posición. Si tenemos la desgracia de perder en Coruña nos podemos ir al noveno. Veíamos que el equipo no reaccionaba y que iba a peor. Para mí el partido de Lleida fue muy duro.
-¿Cree que el mensaje de Cepeda no llegaba a la plantilla igual que al principio de temporada?
-Algo pasaba porque no jugábamos como al principio. A lo mejor los rivales nos tenían más estudiados pero la verdad es que el equipo perdió la confianza, la alegría y el acierto. Que se perdiera el acierto no es culpa de Cepeda pero teníamos que buscar algo que cambiara esto. La primera parte del sábado pasado fue un cambio total, aunque no nos bastó. Se nos acabó la gasolina en el tercer cuarto. Creo que el equipo reaccionará y de la manera que Xavi Sastre les quiere inculcar nos dará resultado.
-¿Por qué pensó en Xavi Sastre
-Cuando le fichamos, fichábamos un director deportivo que nos garantizaba que en cualquier momento, si pasaba alguna cosa que no deseábamos, pero que podía pasar, él pudiera llevar el equipo. A pesar de que lleva dos años y medio como director deportivo es y se siente entrenador y estoy convencido que, tras este tiempo, ya lo tiene totalmente asimilado. Buscaba un perfil de director deportivo que en cualquier circunstancia pudiera dar una mano al club.
-¿Pesó el tema económico en la decisión de poner a Sastre de entrenador en lugar de fichar a otro?
-Sí. Nosotros buscábamos principalmente dos cosas. La primera es que no nos descuadrara las cuentas. Y la otra es que conociera la plantilla y que no necesitara un periodo de tiempo elevado para conocer a los jugadores y la figura de Xavi Sastre cumplía los dos requisitos.
-¿Cree que el parón de este fin de semana puede venir bien para que la plantilla asimile los conceptos que quiere Sastre?
-Sí. Hemos tenido la suerte o la desgracia de que este fin de semana se juegue la Copa Princesa, ojalá estuviéramos allí. Creo que esto nos vendrá muy bien y nos ayudará a que los jugadores tengan más tiempo para asimilar la libreta de Sastre. Por otro lado, no me gustan estos quince días sin partido, en el otro sentido porque, lo veo y Xavi me lo ha comentado, los jugadores están ansiosos. Quieren ganar un partido y quitarse esta pena que llevan encima. Cuanto más tiempo falta por jugar, más tiempo falta para ganar un partido. En cualquier caso, estos quince días serán positivos.
-Cambiando de tema. ¿Le sorprende que no venga más gente a Son Moix?
-Excepto el sábado ante Melilla, en el que hicimos una campaña fuerte con clubes y otros colectivos y teníamos a un nuevo técnico, estamos preocupados porque hemos bajado la media de asistencia. Si el año pasado las buenas entradas eran de unas 2.500 personas, este año rondamos los 2.000, excepto el sábado que estuvimos cerca de los 3.000. El Ciutat de Palma ya nos hizo ver que pasaría esto. No sé cuál es el motivo, si es porque el año pasado éramos la novedad y la gente se enganchó, pero creo que la plantilla de este año es más ilusionante.
-Desde hace años Palma se llena la boca de que quiere ACB.
-Nosotros, como club, haremos lo que las instituciones y la gente quiera. Cuando pasamos del Toni Servera a Son Moix jugando en LEB Plata, notábamos que la gente quería LEB Oro y, por eso, dimos el paso. Si de aquí a final de temporada se diera el milagro y se arreglara lo de las instituciones, con la respuesta social que hay, ahora mismo sería inviable jugar en ACB. No puedes jugar en ACB con una entrada de 2.500 personas. La gente dice que quiere baloncesto y que quiere ACB, pero los domingos no se nota.
-¿Las siglas ACB son tabú en el club?
-No, dentro del club no. Lo que pasa que así como está montado todo el mundo sabe las circunstancias que se tienen que dar para que puedas jugar en la ACB y en toda España no hay nadie que lo pueda hacer. Es una palabra tabú para todos los equipos de España. Así como están las cosas es inviable. Yo tengo la esperanza de que todo esto cambie. El año pasado ya hubo un conato de que pudiera cambiar esto. ACB es el segundo objetivo, el primero es jugar en LEB Oro e intentar quedar primero o segundo.
