Tercera derrota consecutiva. Y lo que es peor, ofreciendo una pésima imagen y mostrándose como un equipo sin ideas ni estilo. Así abrió el año 2016 el Atlético Baleares, cayendo por 0-2 en el último partido de la primera vuelta ante un Valencia B que siempre supo por dónde hacer daño al equipo del alemán Christian Ziege. El teutón solo ha logrado tres puntos desde su llegada al banquillo blanquiazul.

Ni el viento ni el árbitro ni ninguna otra excusa. El Atlético Baleares perdió el partido de ayer en Son Malferit porque fue inferior en un encuentro que solo tuvo dominado poco más de un minuto: fue el tiempo que tardó en arrancar el duelo, el suficiente para que el balón llegara a Rubén Jurado, éste se adentrara en el área, tropezase solo ante la cercanía de Akapo y el árbitro -un amigo- se imaginara un penalti. Fullana, el encargado de marcarlos, esta vez no acertó con la portería; o más bien acertó Álex Sánchez, en una jugada que rearmó moralmente a los chavales del Mestalla y hundió, literalmente, a los palmesanos.

Había afrontado el encuentro el Atlético Baleares con un nuevo cambio de sistema. Ziege varió con respecto a jornadas anteriores y dispuso un 4-5-1, con Casares -que reaparecía- y Kike López en las bandas y Thilo por detrás de Rubén. Como lateral izquierdo jugó Malik -sustituto del sancionado Guasp-, que vivió un partido dramático, siempre superado.

Pero no mejoró el equipo. De hecho, continuó con su trayectoria descendente en cuanto al fútbol que ofrece desde que Ziege está en el banquillo. El alemán debutó con una victoria la semana que cogió el equipo, en la que casi no pudo retocar la herencia de Siviero, y desde entonces el conjunto blanquiazul no levanta cabeza.

Es más, el once de Ziege acabó agachando la cabeza en el tramo final del encuentro, cuando Iban, una pesadilla para Malik y la defensa blanquiazul, puso el 0-2 en el minuto 80. Hasta ese momento el Atlético Baleares se zarandeó entre las ocasiones valencianistas, varias salvadas por Pliquett, y la ansiedad por ser incapaces de realizar cuatro pases seguidos o llegar con peligro al área rival.

La afición animó e incluso intentó apretar a los rivales y al árbitro. Pero Arango, en una jugada individual al filo del descanso ahogó sus gritos (0-1), que pasaron a ser silbidos y protestas en el segundo periodo, cuando vieron que el Baleares no solo era incapaz de reaccionar, sino que era superado de nuevo por el Valencia B.

La buena noticia es que la semana que viene no hay partido -le tocaba jugar contra el Huracán, que ha sido expulsado de la Liga- y podrá trabajar algunas carencias. La crisis está abierta.

Atlético Baleares: Pliquett, Juanjo (Vich, m.78), Prieto, Esteban, Malik, Thilo (Rodri, m.59), Carles, Fullana, Kike, Casares, Jurado (Kristian, m.70).

Valencia Mestalla: Álex Sánchez, Akapo, Lato, Diallo, Moreno (Nacho Vidal, m.61), Carlos Soler, Iban (Víctor Ruiz, m.82), Tropi, Arango, Cano y Nacho Gil (Sito, m.78).

Goles: 0-1, m.43: Arango. 0-2, m.80: Iban Salvador.

Árbitro: Díaz Castejón (C. Murciano). TA T. amarillas: a Casares, Esteban, Kristian, Akapo, Iban, Arango y Lato.

Estadio: Son Malferit, asisitieron 853 espectadores.