Gustavo Siviero ya no es técnico del Atlético Baleares. De forma abrupta e insospechada, el de Santa Fe, junto con su cuerpo técnico, recibió antes de iniciar la sesión vespertina del conjunto blanquiazul la visita de Patrick Messow, director deportivo del club, y de Xavier Konig, consejero delegado de la entidad. Y con un mensaje claro y conciso: estaban todos despedidos. Posteriormente, una llamada del presidente y propietario del club Ingo Volckmann al propio Siviero completó el acto de ruptura unilateral de la vinculación entre el cuerpo técnico y el club, del que es dueño el propio Volckmann.

El preparador deslizó, en su comparecencia ante los medios de comunicación celebrada en Son Malferit, que uno de los motivos por los que estaba fuera era porque tomaba sus propias decisiones deportivas sin escuchar las sugerencias de la propiedad. Preguntado al portavoz del club, Joan Bibiloni, por la inesperada salida del sudamericano, argumentó que entre la directiva y Siviero no se ponían de acuerdo en asuntos básicos. “En la manera de entender el fútbol, de cómo queremos enfocar desde ahora hasta final de temporada la forma de trabajar e intentar quedar lo más arriba posible. Es, en definitiva, una falta de sintonía entre club y entrenador”, explicó antes de añadir otro aspecto que consideran fundamental: “El tema deportivo siempre tiene que ver, y es cierto que últimamente los resultados no son los que nosotros desearíamos”.

El ya ex entrenador blanquiazul, que reconoció que la decisión les “sorprendió”, desveló algunas injerencias que sufrió en su labor procedentes de la planta noble de la entidad. “Pues pasaban por el tipo de entrenamiento, cuándo había que descansar y de qué manera había que hacerlo. Nosotros entendemos que somos un cuerpo técnico que para eso se nos ha contratado”, confesó afectado. Sobre si la directiva le había sugerido en algún momento quién tenía que jugar o no, Siviero fue claro. “No de manera directa, pero había necesidad por parte de ellos de saber cómo estaban los jugadores que habían venido de fuera, porque había que integrarlos lo más rápido posible para que pudiesen dar lo que se esperaba de ellos. Eso a veces creaba estados de ansiedad si no jugaban. La adaptación para los que vienen de fuera cuesta, y se ha de ir poco a poco. Y a todos los futbolistas se les ha de considerar de la misma manera”, se explayó.

El argentino quiso dejar claro que lo sucedido no era un “pulso entre el club y el cuerpo técnico a ver quién gana”. “Tengo que trabajar de la manera que creo y en la que estoy convencido. Si no es así, no te va a salir bien”, señaló.

Siviero fue más allá en su reflexión ante los periodistas. “La propiedad entiende que hay que hacer las cosas de otra manera. Este cuerpo técnico las hace de una manera, y quizás el club está necesitando otro grupo de trabajo que sea más permeable o más permisible a sus ideas”, apuntó contrariado. “Nos queda la sensación de frustración, ya que en cierta medida era una deuda que teníamos pendiente con el club de la anterior etapa, pero hemos dado el máximo, y nos vamos tranquilos y satisfechos. La afición se sentía identificada con el equipo”, dijo, aunque asumió que en las últimas jornadas no estaban logrando las victorias deseadas.

Además, el técnico mostró su incredulidad cuando se le recordó que había renovado el pasado junio. “La propiedad no conocía demasiado nuestra forma de trabajar cuando nos contrató y quizás tomaron la decisión de acuerdo a lo que nosotros habíamos hecho en una etapa anterior”, pronunció. Bibiloni, por su parte, respondió: “Se les renovó porque la pasada temporada había cumplido unos objetivos. Se le había comentado al cuerpo técnico de nuestras intenciones, pero la dinámica que habíamos entrado en las últimas semanas provoca que tomemos esta decisión”.

El Atlético Baleares está negociando con un entrenador alemán que, por supuesto, esté de acuerdo con la metodología de trabajo que quiere llevar a rajatabla la propiedad del club. Incluso IB3 Televisió aseguró anoche que el ex jugador del Mallorca, Paco Copado, sería el ayudante del germano. Lo que es seguro es que, de momento, el técnico del División de Honor Juvenil, Javier Herreros, será el responsable del primer equipo de forma provisional. No es descartable que el propio Herreros dirija al equipo blanquiazul este próximo domingo en el Mini Estadi frente al Barcelona B.