Decenas de motoristas y aficionados se han dado cita en el aeropuerto de Palma para recibir al tricampeón de MotoGP Jorge Lorenzo. El piloto mallorquín ha aterrizado en Son Sant Joan pasadas las 18:00 horas procedente de Madrid, donde le han concedido la Medalla de Oro al Mérito Deportivo.

Ataviado con su mono de Yamaha y con una bandera de Mallorca a modo de capa, Jorge Lorenzo ha salido, acompañado de sus padres, al encuentro de los seguidores que pacientemente le aguardaban en el aeropuerto. Las horas de espera, sin embargo, han valido la pena ya que el mallorquín no ha dudado en firmar autógrafos y hacerse fotos con todo aquel que se lo ha pedido.

La nota decepcionante ha llegado cuando Lorenzo, que debía dirigirse a s'Hort del Rei subido en una Yamaha R1 y escoltado por más de 300 moteros de clubes de Mallorca, se ha quemado una pierna quemado una pierna al arrancar la moto. El incidente ha obligado a suspender la caravana motera, por lo que Lorenzo ha tenido que desplazarse en coche hasta el lugar en el que estaba el autobús descapotable en el que ahora recorre las principales calles de Palma.

Más tarde, el piloto mallorquín ha explicado lo ocurrido. "Llego a mi isla y me esperaba un montón de gente en el aeropuerto, increíble. Pero me subo a la moto y de repente se suelta el agua del radiador y me quemo la pierna. ¡No me lo podía creer!", ha dicho el piloto que también ha explicado cómo ha tenido que volver a entrar en el aeropuerto para que le curasen la herida.

"Me ha dolido muchísimo, así que me han puesto una inyección para calmar el dolor. Pero si he corrido con la clavícula operada 48 horas antes, esto no es nada. Con lo que hemos luchado, teníamos que celebrar en Mallorca esta victoria"

Lorenzo, pese a los dolores, llegó al Consolat de la Mar, sede del Ejecutivo balear, a bordo de un autobús turístico cantando la canción de los deportistas triunfadores, "We are the champions" (somos los campeones) y luciendo una bandera de Baleares.

Cientos de aficionados le estaban esperando con banderas alusivas a todos sus títulos mundiales -dos en la categoría 250 cc y tres en Moto GP- y gritos de apoyo.

Descendió del autobús cojeando y con un aparatoso vendaje en su pierna izquierda e inmediatamente saludó a la presidenta del Gobierno local.

Las autoridades de Baleares entregaron a Lorenzo una figura típica de la isla, un 'siurell', y una placa conmemorativa de su gesta.

Armengol le calificó de "crack" y recordó que el campeón mallorquín es el segundo mejor piloto español de todos los tiempos, tras Ángel Nieto, y dijo que para la comunidad que representa es un orgullo contar con un embajador deportivo como él.

Lorenzo agradeció los homenajes y admitió que se encontraba "en una nube". "Me siento muy mallorquín, el título es vuestro", dijo, antes de salir al balcón del Consolat de la Mar para ser aclamado por sus enfervorizados seguidores.