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Jorge Lorenzo, pentacampeón Moto GP

El mejor entre los mejores

Desde su irrupción en la máxima cilindrada en 2008, Jorge Lorenzo ya ha ganado dos veces a Valentino Rossi y al retirado Casey Stoner

Jorge Lorenzo posa con el trofeo de campeón del mundo en la gala de la Federación Internacional de Motociclismo celebrada el domingo.

Jorge Lorenzo puso la guinda al pastel el domingo en el circuito valenciano de Cheste. Para conseguir su tercer título mundial le faltaba derrotar al mejor piloto de las dos últimas temporadas, Marc Márquez, llamado a liderar el motociclismo en la próxima década con solo 22 años. Antes, en 2010 y 2012, los años de sus dos primeros entorchados en la máxima cilindrada, ya lo había hecho con su compañero de equipo, rival y ahora enemigo Valentino Rossi, y el retirado Casey Stoner.

Desde que en 2012 consiguiera su segundo y hasta el domingo último título en MotoGP, Lorenzo siempre había tenido que agachar la cabeza ante Márquez, el piloto más descarado del circuito. Había llegado a la parrilla, procedente de 250, un piloto dispuesto a batir todos los récords. Arrolló en el año de su debut, relegando a Lorenzo a la segunda plaza, y en 2014 pasó por encima de todos, de Rossi, segundo, y del mallorquín, finalmente tercero en una temporada muy irregular.

Rossi consiguió su sexto y séptimo título mundial en los dos primeros años de Lorenzo en la máxima categoría. En 2008, el mallorquín pagó la novatada y 'solo' pudo ser cuarto. El italiano, que obligó a levantar un muro para que su compañero de equipo no le copiara, debió ver en Lorenzo un rival a tener en cuenta para el siguiente año. No erró. En 2009, y con una temporada de experiencia sobre la Yamaha, Lorenzo le puso las cosas difíciles al de Tavullia para revalidar el título. Al final quedó segundo, pero dejó un mensaje claro para el que lo quisiera entender: en 2010 intentaría el asalto al título. Y lo logró. Batiendo a Rossi y al australiano Stoner, un piloto de características similares a las de Lorenzo -todo finura- y que se impondría en la edición de 2011.

Lorenzo volvió a la carga en 2012, para imponerse de nuevo al italiano y al australiano, en el año previo al salto de Márquez a la máxima cilindrada.

El nuevo pentacampeón del mundo aprendió de los errores. De su deficiente preparación física, de una mentalización inapropiada e incluso de un conformismo irreconocible en un ganador como él. Esta temporada se la tomó más en serio que nunca, pero pese a ello, su irregular comienzo le obligó toda la temporada a ir a remolque hasta conseguir el título en la última carrera y prácticamente en la última recta.

"Ganar, ganar y volver a ganar", era el lema que lucía en la camiseta conmemorativa de su tercer título en MotoGP, la mejor muestra de que la máxima ambición por volver a ser el mejor y, de paso, derrotar al imbatible Márquez, había regresado. Piloto autodidacta como ningún otro, Lorenzo se ha marcado para la próxima temporada "empezar a tope", como afirma su mánager Albert Valera. Y con un reto mayúsculo: renovar por primera vez el título. En 2011 cedió la corona a Stoner y en 2013 a Márquez. La próxima temporada tendrá que hacer frente al hambre del de Cervera, que ha pagado con la pérdida de la corona las cinco carreras en las que no ha puntuado; a la progresión de Pedrosa, que en la última fase del campeonato ha dado lo mejor de sí mismo; y a la rabia de Rossi, que a sus 37 años afrontará su enésima participación en el Mundial con más ganas que nunca.

La Gala

Los pilotos españoles tuvieron un protagonismo especial en la Gala de entrega de premios de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), a la que no acudió Rossi, que debía recibir el galardón de subcampeón de MotoGP, informa Efe. Con presencia en el Palacio de las Ciencias y las Artes de Valencia, de Carmelo Ezpeleta, máximo responsable de Dorna Sports, y del presidente de la FIM, Vito Ippolito, Jorge Lorenzo recogió su premio, al igual que el francés Johann Zarco y el británico Danny Kent, campeones en Moto2 y Moto3, respectivamente.

Maverick Viñales recibió el premio al debutante del año en MotoGP y Héctor Barberá el de mejor piloto en la categoría Open. Mientras tanto, Alex Rins recibió el premio al debutante del año en Moto 2, galardón que en Moto3 fue para Jorge Navarro.

El premio al mejor piloto en sesiones clasificatorias y el de las 'poles' fue por tercer año para Marc Márquez, y el Movistar Yamaha MotoGP recibió el trofeo al mejor equipo en MotoGP, Kalex en Moto2 y Honda en Moto3.

Rossi, que expresó su disgusto tras no poder lograr el título mundial, no acudió al acto y recibió el premio Massimo Meregalli, el director deportivo del equipo Yamaha. Otro feo gesto del campeón italiano.

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