En un circuito abarrotado con más de 110.000 personas se disputó ayer una de las carreras más apasionantes de los últimos años, la que ya ha pasado a ser la "carrera del siglo," que sirvió para poner el broche de oro al Mundial de MotoGP más apasionante de la década y supuso el quinto entorchado para el mallorquín Jorge Lorenzo.
El piloto palmesano sabía desde el principio que estaba ante la que posiblemente iba a ser la prueba más importante de su carrera, y por ello la concentración era mayor que en otras ocasiones.
Una excelente salida desde la pole colocó al mallorquín como líder de la prueba desde la primera curva. En la cola de la parrilla, el italiano Valentino Rossi realizaba una más que agresiva salida merced a la cual se colocó en 16ª posición ya en la primera curva, adelantando sin piedad a todos y cada uno de los pilotos que se iba encontrando en su camino. En cabeza de carrera, Lorenzo empezaba a tirar sin pausa, seguido de las Honda de Marc Márquez y Dani Pedrosa.
Al inicio de la segunda vuelta, un desesperado Valentino Rossi pasaba por meta en 15ª posición, mientras apretaba para conseguir una remontada imposible. Pero poco a poco se iba viendo como no eran rivales para el italiano pilotos con monturas muy inferiores y con un pilotaje lejos de la calidad del transalpino. Por su parte Lorenzo seguía con su estrategia, empujando al máximo, pero sin conseguir escaparse ni de Márquez ni de Pedrosa.
Al finalizar la tercera vuelta Lorenzo conseguía el récord del circuito en carrera, mientras que Rossi seguía fagocitando pilotos sin parar, dando la impresión en muchos adelantamientos de que era demasiado sencillo, excesivamente fácil. Tal fue la sensación cuando Rossi llegó a la cola del italiano Michele Pirro, que prácticamente se apartó de la trazada del nueve veces campeón del mundo. Apenas una vuelta más tarde se repetía la situación. El también italiano Petrucci, tras mirar atrás y ver que Rossi iba a rueda, se apartó descaradamente para dejarlo pasar. Limpio y fácil.
Poco a poco los pilotos iban cayendo con más o menos facilidad, hasta que en la vuelta 13 Rossi llega a colocarse en cuarta posición, cumpliéndose así todos los pronósticos, aunque con algunas vueltas más de lo esperado. Empezaba entonces la carrera de verdad para Valentino Rossi ya que por delante, a más de 11 segundos de distancia, estaban los tres españoles que lideraban la prueba. El italiano debía pues rebajar una distancia que ya parecía insalvable.
En cabeza, un imparable Lorenzo seguía tirando con fuerza y únicamente Marc Márquez era capaz de aguantar el endiablado ritmo del mallorquín. Poco a poco el catalán Dani Pedrosa se iba quedando atrás mientras que en el cuarto lugar Rossi veía cómo sus tiempos no eran tan buenos como deberían, y la distancia con el balear se iba haciendo cada vez mayor. Como había predicho el día antes, la situación era desesperada. Imposible de superar.
A 11 vueltas para el final el ritmo de Rossi seguía estancado, mientras que los tres primeros, Lorenzo, Márquez y Pedrosa, seguían poniendo pies en polvorosa en la tabla de tiempos, con Lorenzo y Márquez rodando juntos y Pedrosa algo más retrasado, pero todavía a más de 13 segundos de Rossi. Empezaba a verse que tan solo un milagro podía darle el título al italiano.
Mientras Jorge Lorenzo seguía martilleando el cronómetro con tiempos prácticamente calcados vuelta tras vuelta, Marc Márquez mejoraba su ritmo y en algunos puntos del circuito se acercaba peligrosamente al mallorquín, a quien parecía que podía sobrepasar en cualquier momento para así vencer en la última prueba de la temporada. Pero así como Márquez se acercaba en algunas partes del circuito, Lorenzo volvía a alejarse en otras, convirtiendo las dos primeras plazas en una tensa calma de la que nadie podía ni tan siquiera imaginar el desenlace. Podía ocurrir cualquier cosa.
A seis vueltas para el final Pedrosa empezó a mejorar considerablemente sus tiempos y a acercarse a los dos pilotos de cabeza, Lorenzo y Márquez. Recortando entre 3 y 4 décimas por vuelta, la carrera se ponía todavía más emocionante, dibujando un final apasionante, ya que si el mallorquín era superado por los dos pilotos de Honda el Mundial podía ir a parar al italiano. Mientras, Rossi seguía en tierra de nadie, y tras tirar la toalla empezaba a rodar medio segundo más lento que los tres españoles.
Llega entonces el momento clave de la carrera: en la penúltima vuelta Pedrosa contacta con Lorenzo y Márquez. Los dos pilotos de Honda se enzarzan en ese momento en un emocionante toma y daca que casi les lleva al suelo, una situación que aprovechó Lorenzo para coger algo de oxígeno de cara a una última vuelta tan crucial como intensa.
El medio segundo de ventaja que el mallorquín consiguió arañar al cronómetro gracias a la pugna de los dos pilotos de Honda sirvió para que, tras una emocionante última vuelta para recordar, Jorge Lorenzo cruzara la meta en primer lugar ganando no solo el último gran premio del año -el número 61 de su carrera-, sino también su quinto campeonato del mundo de motociclismo, el tercero en la categoría reina de MotoGP.
A lo largo de la más emocionante y polémica temporada de los últimos años, Jorge Lorenzo ha batido a su máximo rival, Valentino Rossi, en todos y cada uno de los aspectos de la competición. El mallorquín ha vencido 7 grandes premios frente a 3 del italiano; Lorenzo ha conseguido cinco pole positions frente a una de Rossi y en lo que se refiere a vueltas rápidas en carrera, el mallorquín también ha sido claramente superior consiguiendo seis, frente a las cuatro del italiano. Además, cuatro de las seis vueltas rápidas que Lorenzo ha conseguido este año han sido también el récord absoluto de vuelta en carrera. Los puntos han hecho campeón al mallorquín, pero también los guarismos y un pilotaje superior.
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