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Motociclismo / GP de la Comunitat Valenciana

Lorenzo planea su golpe en la sombra

Mientras sigue creciendo la tensión entre Rossi y Márquez, el mallorquín prepara en Lugano la carrera decisiva

Jorge Lorenzo, en una imagen captada tras una sesión de entrenamiento de esta temporada.

Jorge Lorenzo prepara la carrera del asalto a su tercer título mundial en MotoGP en la sombra, en un segundo plano calculado desde su lugar de residencia, Lugano (Suiza). El piloto mallorquín, de 28 años, se mantiene al margen de la tensión que rodea a la relación entre su compañero de equipo y gran rival por el título, Valentino Rossi, y el catalán Marc Márquez, que podría ser su gran aliado en el Gran Premio de la Comunitat Valenciana.

Desde que finalizó la carrera de Sepang, hace ocho días, que pasará a la historia por la patada que propinó Rossi a Márquez, Lorenzo tiene claro que Yamaha se ha decantado por el italiano en su participar lucha por el título. El mallorquín se siente solo, y no entiende el recurso que presentó la escudería a Apelación después de que Dirección de Carrera decidiera que Rossi parta el último en el circuito de Cheste, el próximo domingo.

Lorenzo, que no ha vuelto a pronunciarse sobre lo que considera una injusticia, como dejó bien claro en la tensa rueda de prensa al final de la carrera en Sepang, prefiere mantenerse al margen. Los que le conocen aseguran que en Valencia correrá de manera agresiva para intentar ganar la carrera y obligar a su rival y enemigo a quedar segundo, lo que no le será fácil si finalmente parte desde la última posición.

Lorenzo no habla. Lo hacen sus abogados, y más tras la decisión ayer del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) de rechazar su petición para participar en el procedimiento de arbitraje entre Rossi y la Federación Internacional de Motociclismo (FIM). El TAS informó en un comunicado, difundido por Efe, de que el lunes recibió la solicitud de Lorenzo, a través de sus abogados, de intervenir en su nombre en el proceso, petición que ayer fue denegada, por lo que "el procedimiento continuará únicamente entre Valentino Rossi y la Federación Internacional (FIM)". El tribunal indicó también que se pronunciará sobre el recurso presentado por Rossi como muy tarde el próximo viernes.

Albert Valera, representante de Lorenzo, emitió ayer un comunicado en que justifica su petición de intervenir en el proceso: "Por obligación moral veíamos necesario informar al TAS sobre la situación de Jorge como parte afectada en todo este proceso para que lo tuvieran en consideración.

Sabíamos que difícilmente nos dejarían formar parte del proceso debido a la excepcionalidad del caso. No era el objetivo incluir a Jorge en un proceso tan complejo, sino proporcionar información adicional que puede ayudar al Árbitro Único a tomar la decisión más acertada. En ningún caso -continúa- vamos apresentar recurso alguno, nunca ha sido esa la intención, ni la de pedir un aumento de la sanción dado que respetamos las decisiones de Dirección de Carrera y de la FIM. Jorge está absolutamente centrado en la carrera del domingo y al margen de la decisión del TAS".

Rossi recurrió el pasado 30 de octubre ante el TAS la decisión de la Dirección de Carrera del Gran Premio de Malasia de sancionarle con tres puntos de penalización en su carné por el incidente protagonizado con Márquez, que le obliga a salir último en el Gran Premio de la Comunitat Valencia el próximo fin de semana. Por conducir de manera irresponsable en la segunda clasificación del Gran Premio de San Marino, en el circuito de Misano Adriático, Rossi contaba con un punto de penalización, por lo que los tres puntos recibidos tras el incidente de Sepang le obligan a ser último en la formación de salida de la carrera valenciana.

Una situación similar ya se produjo en 2013 en Cheste, cuando Márquez, finalmente campeón en su lucha por el título con Lorenzo, nececitaba quedar como mínimo en quinta posición. Rossi ayudó aquel día a su hoy enemigo al ralentizar la carrera.

Lo que ya nadie duda es que habrá un antes y un después del Gran Premio de Malasia. La relación de Rossi tanto con Márquez como con Lorenzo ya no será la misma. Con el catalán, que de pequeño coleccionaba las motos en miniatura del italiano, será a cara de perro a partir de ahora; con el mallorquín, que le ha "perdido el respeto", es inexistente.

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