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Segunda B

Llosetense, del cielo al infierno

El club asumió en julio el reto de jugar en Segunda B, pero el equipo de Nico López está pagando el peaje de su debut en la categoría y es colista sin conocer todavía la victoria

Una de las formaciones del Llosetense en uno de los partidos disputados en su campo. t. tenerife

Cuando el pasado 8 de julio la directiva del Llosetense decidió dar un paso hacia delante, aceptando la plaza que se habían ganado en Segunda B, al mismo tiempo asumían el riesgo que podían correr. De un plantel de 22 jugadores en Tercera, apenas quedaron cinco. Y además, el cuerpo técnico que tan buenos resultados había cosechado, también dejaba la entidad para iniciar nuevos proyectos deportivos.

Con todo, nadie podía imaginar en sus previsiones más pesimistas que, consumidas ya diez jornadas en el grupo tercero de la Segunda División B, los números que actualmente suma el conjunto de Nico López sean de los peores del fútbol español: dos puntos de 30 disputados, un pírrico 6 por ciento que, curiosamente, no son los peores del balompié nacional. El Collado Villaba, equipo del grupo 6 de la Tercera División de Madrid, está en su casillero con puntuación negativa, -3, y todos sus encuentros disputados se contabilizan por derrotas. Un consuelo minúsculo para un equipo, el Llosetense, que está pagando el durísimo peaje de militar esta temporada en el grupo más duro de los cuatro que hay en la división de bronce. Una categoría en la que los pequeños detalles y errores puntuales han condenado de forma sistemática a la derrota hasta en ocho ocasiones al equipo mallorquín.

Pese al trabajo sin tregua que desde pretemporada viene realizando el técnico Nico López, de momento no encuentra la tecla que permita a su equipo al menos inaugurar su casillero de triunfos. Por juego, el Llosetense merece algo más que los dos puntos que suma en su casillero.

Pero tras casi un tercio de competición consumido y cinco derrotas consecutivas, la realidad de la clasificación es una: colistas, con dos puntos, a nueve de la plaza de play-out de permanencia que ahora ocupa el Valencia Mestalla (con el que empató a un gol en la jornada inaugural) y a diez puntos de la salvación directa, que en estos momentos es para el Espanyol B.

Dejando a un lado los 21 tantos en contra -ocho de ellos encajados en las dos últimas salidas- lo que realmente hace daño a los jugadores del equipo de es Raigue' es su escasa capacidad goleadora.

A un tanto de media cada dos partidos jugados, se hace harto complicado ganar encuentros, aunque en este sentido el récord lo tiene el Compostela en el grupo I de Segunda B, con solo dos goles marcados. Eso sí, solo ha encajado once en su portería, lo que contrasta con los 25 que ha recibido el equipo de Nico López.

Con este panorama, encorsetados por la falta de capital necesario para poder reforzar el equipo, no le queda ya otra al Llosetense que apelar a la épica, no bajar los brazos, intentar ser competitivos, y marcarse 'micro-metas'.

La primera: conseguir ya el primer triunfo de la competición e inaugurar su histórico casillero de victorias en Segunda B. Quizás mañana domingo, frente a otro novato como es la Pobla de Mafumet (12:00 horas, en es Puig) caiga la primera. Si no es así, la liga se le hará muy larga al Llosetense.

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