El disparo seco de falta de Juan Pizarro, a falta de solo 35 segundos para el final, ha entrado directamente en la historia del Palma Futsal. "Cuando marqué me puse a correr como un loco por la pista", afirma el pívot acerca de un gol que materializó la proeza del club mallorquín al apear al todopoderoso Movistar Inter en Torrejón y meterse en las semifinales de la Copa del Rey. "Sabía que era un gol muy importante, aunque hasta el final no me quedé tranquilo porque teníamos que defender la última jugada", explica a DIARIO de MALLORCA el ex del Jumilla, que llegó el pasado verano al vestuario de la entidad isleña. "Había mucha ilusión en poder ganar a un grande y por fin lo hemos conseguido", confesó orgulloso por eliminar al mejor equipo del mundo con todas sus estrellas en la pista.
Pizarro, que confesó estar "encantado" en la isla y en el club, no se quiere mojar a la hora de elegir rival para las semifinales. "Lo que tenemos que hacer es tener los pies en la tierra y nunca sabes lo que será mejor. Lo que sí sé seguro es que, toque el que nos toque, este equipo saldrá a por todas y a darlo todo", subraya.
Por su parte, el director deportivo del Palma Futsal, José Tirado, evidencia su alegría. "La victoria es un paso de gigante como club, un premio al trabajo de muchos años. Siempre hablábamos de que no éramos capaces de ganar a un grande y lo hemos hecho en un partido con todo en contra y haciendo uno de los mejores encuentros en el último año y medio. El equipo compitió a un nivel altísimo", destaca.
Tirado da mucha importancia a la gesta de los suyos. "Nunca habíamos alcanzado unas semifinales de la Copa del Rey y para la historia del club, para nuestro crecimiento, es brutal. Hay que disfrutar de unas semifinales, sea contra quién sea, a doble partido, para coger una de las dos plazas para la final. Es algo para disfrutarlo al máximo. Esto es histórico, increíble y muy difícil de conseguir porque nos hemos cargado al Movistar", apunta.
Tirado pide la ayuda a los aficionados de cara a seguir adelante con el sueño de conseguir luchar por un título: "Las semifinales se jugarán a doble partido por lo que el factor sorpresa pierde valor y complica. Hay que pedir a Palma y Mallorca que se vuelque con nosotros porque es una oportunidad histórica para poder jugar una final. No somos conscientes todavía de lo que podría ser jugar una final. Necesitaremos que el público sea el sexto jugador para llegar a la final. Estoy muy contento de que el fútbol sala mallorquín siga creciendo como lo está haciendo ahora".
El Palma estará pendiente hoy del sorteo en el que le puede tocar el Barcelona Lassa, ElPozo Murcia de Miguelín y el Aspil Vidal Ribera Navarra. No obstante, mañana, sin tiempo para más celebraciones, recibe la visita del Peñíscola en el Palau d´Esports de Son Moix a partir de las 20:30 horas. Una victoria frente a los castellonenses dejaría encarrilado el pase a la fase final de la Copa de España, otro de los grandes retos de un club que ya ha dejado claro que no tiene límites.
