La muerte brutal y despiadada de Sorky das Pont, en el interior de la antigua herrería del Hipòdrom de Manacor, presenta todavía muchos cabos por atar y exageradas dudas sobre si Eugeni Sánchez es el cabeza de turco de una actuación tan intolerable como penalmente castigada. Una paliza mortal al caballo en la que el condenado, y ahora encarcelado, no estuvo solo. También estaban junto a él, o muy cerca, su socio y copropietario del animal, Pedro José Tous Roca, y el conductor profesional Mateu Riera 'Prim'.

Las declaraciones recogidas al trío a posteriori así lo corroboran. Toda una serie de interrogatorios que se activaron después de que agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) se tuviesen que enterar por una información de DIARIO de MALLORCA de la terrible suerte de Sorky das Pont. Un caballo de apenas seis años de edad, con mucho cáracter y salud.

Pese a tener conocimiento de lo sucedido desde el día después, la Guardia Civil no recibió ningun aviso oficial por parte de los responsables de la Federació Balear de Trot (FBT); ni del Hipòdrom de Manacor, bajo la tutela del Institut de l'Esport Hípic del Consell de Mallorca. Así lo recoge el atestado a cargo de agentes del Instituto Armado remitido en su momento al Juzgado de Instrucción número 2 de Manacor. El mismo en el que ahora está la Operación Cabriol.

Cómplices y tolerancia

La instrucción judicial por la muerte de Sorky das Pont se limitó sobre la figura de Eugeni Sánchez como autor confeso de la muerte del caballo. No entró en cómo se logró sacar a escondidas su cadáver del interior del Hipòdrom de Manacor. Una instalación de gestión pública.

El largo y laborioso proceso judicial desarrollado en Manacor durante más de dos años tampoco entró en la cuestión de cuántos cómplices necesitó Eugeni Sánchez para enterrar y desenterrar el cuerpo de Sorky das Pont. Ni de cómo llegaron los restos del equino a los terrenos de Natura Parc. Los mismos donde varios veterinarios, atendiendo a una petición de la Guardia Civil, realizaron la autopsia que confirmó la brutal muerte que sufrió Sorky.

Sin embargo, la puntilla a toda la serie de irregularidades e inexplicables circunstancias que rodearon la inaceptable muerte del caballo la dio la FBT que preside Joan Llabata. El mismo que días antes del juicio público en contra de Eugeni Sánchez argumentó que la organización que él dirige desde el 2010 no presentó acusación alegando que "se nos pasó".

Una actuación, y actitud pasiva frente a un claro delito de maltaro animal, que generó una severa controversia y dañó sutancialmente la credibilidad de la FBT y del presidente Llabata.