Al Poblense le costó Dios y ayuda sacudirse la fuerte y ordenada presión ejercida por un Santa Catalina que solamente cedió en la prolongación y desde el punto de penalti (1-0).

Los visitantes supieron ahogar a los azulgranas en su juego de creación, carente de fuidez y que además adoleció de precisión en los pases.

Así las cosas, los de Óscar Troya, que dispusieron de buenas ocasiones tanto en la primera parte como en la segunda, estuvieron faltos de frescura para profundizar en su juego ofensivo.

Pese a disponer de oportunidades hasta el final del encuentro, el Poblense no pudo agarrar los tres puntos hasta después del minuto 90, cuando César Ruiz acertó a transformar una pena máxima con la que fue castigado el Santa Catalina.