La iglesia de Sant Josep Obrer se quedó ayer pequeña para albergar a todas las personas que quisieron despedir a Julián Ronda. Mucho antes del inicio del funeral el aforo del recinto ya estaba lleno, principalmente de personas que habían conocido de una manera u otra al exjugador y ahora entrenador. Escenas de dolor y de tristeza en los asistentes, que no pararon de alabar la persona del exdefensa, fallecido el pasado sábado. Respresentantes del Mallorca, Atlético Baleares, Felanitx, Son Cladera, Alaró -en la imagen, a la derecha- y, entre otros, La Salle, acudieron en masa a este último adiós.