"Estoy muy cansado, reventado... pero muy contento. Ha sido una paliza muy grande". El pollencí Enrique Galindo ha hecho historia en País de Gales, al ser el primer español -y mallorquín- en hacerse con la victoria en la prueba europea del Ultraman. Además, se ha ganado una plaza para el Mundial de Hawái. "Ya veremos si voy... Y en todo caso, sería ya para 2016, ahora no me da tiempo", afirmó ayer, ya en su domicilio descansando después de pasar tres días de locura deportiva y tras asegurar que su objetivo era "terminar, ser finisher".
Los organizadores solo admitieron a 26 atletas, aunque hubo más solicitudes. El primer día había que nadar 10 kilómetros y recorrer 145 kilómetros en bici. La segunda jornada eran 274'5 kilómetros con la bicicleta y el tercer día, 84'5 kilómetros a pie.
"El tiempo hecho estuvo bien. Sé que podía haber ido más rápido, pero no quise forzar y desgastarme mucho después del primer día", indica Galindo, quien reconoce que fue decisivo el trabajo mental: "Creía en mí. Usamos mucho la cabeza y eso me llevó a ganar los tres días". Y también "el de recuperación por la noche, además de todos los mensajes de apoyo de la familia, de los amigos y de todo el mundo".
Tres días en la memoria
Galindo tienen memorizados casi todos los kilómetros. Y muchos momentos, "y duros unos cuantos", afirma. "Recuerdo sobre todo el primer día, con el agua a once grados y después de que estuviera lloviendo casi toda la semana anterior. En los primeros 4 kilómetros pasé mucho frío. Iba octavo, pero empecé a remontar y en el kilómetro 8 delanté al tercero. Casi cojo al segundo", explica.
"En la transición el primero tenía mucha ventaja, pero me fue muy bien con la bici, remonté y acabé primero con mucha ventaja, unos treinta minutos", destaca.
"El segundo día fui a conservar. Tiré hasta el kilómetro 230 y después ataqué y me escapé. Saqué unos tres minutos", señala. "El tercer día lo pasé peor", recuerda: "Salí a reservar fuerzas y conservar la ventaja. Se me escapó el segundo clasificado y me quedé solo en el kilómetro 26. En el 50 perdía siete minutos, me puse nervioso y empecé a ir muy rápido. Hasta el 68. Cogí al primero y me escapé... Luego decidí frenar y esperarlo, para llegar juntos".
"Ahora mismo casi no puedo ni caminar. Necesitaré un par de días para recuperarme", sentencia el pollencí, que ha visto superado con creces los objetivos de una prueba, la Ultraman de Gales, que empezó a preparar casi diez meses atrás. "Y los dos últimos meses ha sido una planificación específica, y sobre todo en el aspecto de la alimentación", asevera.
"Quiero agradecer el apoyo y ayuda de mucha gente. Empezando por mi familia, sin ellos no habría sido posible. Y también a mi entrenador, Guillem Mascaró. a Tomás, mi recuperador, y al resto del equipo que estuvo conmigo en Gales. Y a Mode4, al Ajuntament de Pollença y al Iberostar Playa de Muro por creer en este proyecto", concluye.
