Rafael Nadal reconoció tras ganar en tres sets a David Schwartzman en la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos, que jugó un buen partido pero no cree "que haya hecho los deberes suficientes este año como para ganar aquí. No jugué muy bien pero no jugué mal", resumió Nadal tras el 7-6(5), 6-3 y 7-5 al argentino, en el que se sintió "sin tantos altibajos como en el primer partido" contra Coric y preparado para enfrentarse al italiano Fognini.

La prensa volvió a preguntarle sobre si ha llegado el momento de cambiar de entrenador. "Siempre he creído que cuando estoy jugando mal o no estoy ganando no tienen que encontrar excusas o razones fuera. Tienes que mirarte al espejo y decir: es mi culpa. He tenido una carrera increíble con este equipo y yo creo en este equipo. Estamos en el buen camino y no sé qué va a pasar en el futuro, pero si tengo que cambiar algo es a mí, no a la gente que me rodea".

Medio en serio, medio en broma, también se dirigió a la prensa para recordar que sigue estando en el top 10 mundial. "Parece que soy el número 200 en cada rueda de prensa y soy el 8 del mundo (...) Si digo la verdad o soy honesto sobre lo que me pasa, parece que es algo malo. No sé lo que queréis de mí. Y recordó que, en cualquier caso, "para todo el mundo hay un principio y un final. Estamos aquí pero algún día no estaremos".