El entrenador del Real Madrid, Rafa Benítez, apuntó a "la falta de precisión en el último pase y acierto en el remate" como la principal carencia de su equipo en el partido que este domingo empató en Gijón ante el Sporting y se quedó con "la reacción en la segunda parte" como el aspecto más positivo del encuentro.

Benítez dio mérito al rival, especialmente en la primera parte, cuando "pusieron mucha intensidad en la presión" y reconoció que "este partido iba a ser así, había que ser muy intenso para tratar de sacar algo positivo".

El técnico blanco repitió varias veces que lo peor del partido fue la falta de precisión en el último pase y advirtió de que "es el principio de temporada y hay que ir ajustando muchas cosas".

Por su parte, el entrenador local, Abelardo, consideró que "se vio a un Sporting muy parecido al del año pasado, intenso en la presión y sin dejar pensar al rival" y que "consiguió que el Madrid no estuviese cómodo ni triangulase por el centro".

"Este es un punto inesperado y supone que quedan 41 para el objetivo" manifestó Abelardo, que aseguró que "el resultado es justo" y reconoció que "un empate ante el Real Madrid para un equipo como el nuestro con la diferencia que hay de potencial económico sabe a victoria".

Reconoció haberse sentido nervioso por su debut como entrenador de Primera división y destacó reiteradamente "la intensidad que pusieron todos los jugadores", lo que hizo que muchos de ellos acabasen con calambres.

El entrenador gijonés desveló que a sus jugadores les había puesto en la pizarra del vestuario dos palabras "disfrutar y competir" y se mostró muy contento porque "el equipo supo mantener nuestra filosofía de juego ante un rival del potencial del Real Madrid".

"No sé si esta manera de jugar será suficiente para conseguir la permanencia pero estoy seguro de que el equipo luchará y se entregará como hoy durante toda la liga", aseguró Abelardo.