El mallorquín Sete Benavides, en C-1 200 metros, buscó el pase para la que sería su segunda participación olímpica, tras el cuarto puesto alcanzado en Londres 2012. Fue tercero en la eliminatoria y cuarto en la semifinal, que le relega a final B del Campeonato del Mundo de Aguas Tranquilas 2015 que se disputa en Milán. Su decepcionante actuación le obligará a jugarse su plaza en los Juegos de Río 2016 en el Campeonato de Europa. La actuación del palista del RCN de Pollença fue una de las notas negativas de la jornada por lo que a la participación española se refiere ya que en él estaban depositadas muchas de las esperanzas de clasificación para la cita olímpica.

El combinado nacional avalado por una docena de medallas olímpicas -once de ellas en aguas tranquilas- y con el objetivo de prolongar la presencia en el podio al que se ha aupado en las tres últimas citas olímpicas -Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012-, se juega hasta el domingo el pase para Río, que buscan los mejores palistas del mundo en la competición que reúne a 101 naciones.

Entre los 1.700 deportistas que ayer iniciaron las regatas en la pista de Idroscalo, a las afueras de Milán, se encuentra parte de la representación española, a la espera de que hoy viernes y el fin de semana lo hagan el resto de componentes.

La actuación más sobresaliente tuvo como protagonistas a Gabriel Campo y Rubén Millán en K-2 1.000 metros. Tras resolver la eliminatoria con un tercer puesto, se mostraron ambiciosos y sin complejos para remar en un mano a mano durante la mayor parte de la regata parejos al K-2 serbio, vigente medalla de bronce mundial en el que repite Marko Tomicevic.

Discreto papel

El talaverano Paco Cubelos tuvo que conformarse con un quinto puesto en semifinales que, de momento, le aleja de la clasificación olímpica al no alcanzar plaza para la final de K-1 1.000 metros. El K-2 500 de Carlos Arévalo y Cristian Toro quedó relegado a la final B tras ser sexto en eliminatoria y tercero en semifinal.

En la prueba que durante la última década tuvo al quíntuple medallista olímpico David Cal, otro paisano suyo, Diego Romero, tuvo el honor de suceder al deportista español más laureado de la historia olímpica. Tras ser sexto en la eliminatoria de C-1 1.000 metros y quinto en la semifinal, se clasificó para la final B por tiempos por lo que su presencia en Río también es duda.