El Atlético Baleares se adjudicó la 47 edición del Trofeu Nicolás Brondo. Los blanquiazules tiraron de experiencia y de galones para imponerse claramente por 3-0 al Santa Catalina Atlético, que acaba de subir a Tercera División, que lo dio todo sobre el terreno de juego aunque todavía denota que es un equipo en fase de preparación.

Expectación máxima en Son Malferit, con unas 1.500 personas en las gradas, para ver en liza al Atlético Baleares 15-16, que en la presente edicición aspira a cotas superiores como disputar la fase de ascenso a Segunda A. Lo cierto es que el aficionado blanquiazul se fue satisfecho, no ya por el contundente triunfo, si no por las buenas maneras que, por el momento, desprende el conjunto que entrena el entrenador argentino Gustavo Siviero. Los nuevos fichajes tuvieron especial atención por los presentes. Gustó el portero Benedikt que, si bien no tuvo excesivo trabajo, tiene una gran planta y ayer transmitió seguridad. También se observó que la veteranía de Prieto da seguridad a la zaga blanquiazul, que Kike y Rodri tienen mucho desparpacho y que Chando, que ya es veterano en la plantilla, está mucho más animado que en la pasada campaña.

Ingo, atento al juego

El máximo accionista del Atlético Baleares, Ingo Volckmann, presidió el acto junto con el presidente de la Federació de Futbol de les Illes Balears, Miquel Bestard. Un trofeo al que también acudieron la responsable del Institut Municipal d'Esports del Ajuntament de Palma, Susanna Moll; y el vicepresidente de Air Europa, Mario Hidalgo.

Por otra parte, antes del Trofeu Nicolás Brondo, que se disputa en memoria del que fue periodista de prensa escrita en los años 60, se dirimió el Torneo Jaume Planas que lo disputaron el Atlético Baleares y el La Salle de juvenil División de Honor. Este trofeo se lo adjudicó el conjunto lasaliano al derrotar a los anfitriones por 0-2.