Un nuevo reto se le plantea a Nico López. El que fuera técnico y director deportivo hasta el pasado 18 de enero del Atlético Baleares tiene ahora la oportunidad de quitarse la espina que lleva clavada desde su despido de la entidad blanquiazul. Eso sí, condicionado al hecho de que finalmente el club con el que se vinculó desde ayer, el Llosetense, consiga el músculo económico suficiente como para afrontar una categoría tan cara y exigente como es la Segunda División B.

López, que sabe que le tocará confeccionar con poco tiempo y dinero una plantilla competitiva para afrontar la previsible primera aventura de Lloseta en el fútbol de la Segunda B, apostará una vez más por el producto autóctono, por jugadores de la tierra, que quieran implicarse en este proyecto. Por todo ello, no sería de extrañar que futbolistas que tuvo hasta hace poco bajo sus órdenes como el portero José Perales, el central Pedro Mayrata (a expensas de si quiere seguir jugando o no) o el mediocentro Cristian Sánchez, así como el atacante Nacho Martínez, puedan entrar de nuevo en la rueda del técnico, a expensas de las salidas que se puedan producir en la plantilla que justo hace siete días consiguió el histórico ascenso a la Segunda División B.

El entrenador reconoce sentirse muy ilusionado asegurando que viene a un equipo con muchas ganas de jugar en Segunda B -aunque hasta el martes no se sabrá.

López, que no olvida las formas en su marcha del Atlético Baleares, quiere en Lloseta plasmar la idea de hacer un equipo con gente de la isla como ya hizo con éxito en su primera temporada en el Atlético Baleares. El técnico cree que el camino seguido por el dueño del Baleares, Ingo Volckman "no es el indicado".

Por último, el míster palmesano se ha referido a un probable enfrentamiento ante su exequipo. "Sería muy guapo para ambos clubes enfrentarnos en Segunda B", comentó. También ha querido celebrar su vuelta a los banquillos y pasar página de lo acontecido en el club blanquiazul.

El entrenador afincado en Inca, con medio siglo de vida a sus espaldas, y ni más ni menos que 27 años en los banquillos del fútbol de 'ca nostra', acumula más de 700 partidos como entrenador, dos ascensos a Segunda B -con Sóller y Constància- y diez liguillas de ascenso a la tercera categoría del fútbol español.

Los clubes a los que ha entrenado el mallorquín, desde que dejase las categorías base, son el Sóller, el Poblense, el Constancia y el Atlético Baleares, en dos etapas diferentes, y tres años al frente del Montuïri.