-¿Cuánto tiempo hacía que veían estas deficiencias en la preparación?
-Desde hace mucho tiempo y hemos intentado que se solucionara. En la concentración que hicimos en Murcia previa al Mundial le dijimos que no estábamos haciendo los entrenamientos adecuados para llegar en buenas condiciones. Él nos prometió que cambiarían muchas cosas y que haría lo posible para mejorar, pero al final hicimos lo de siempre.
-¿Por qué era tan mala la preparación?
-Son muchas cosas. Los dos últimos meses antes del Mundial no jugamos un amistoso contra nadie, los partidos los teníamos que hacer entre nosotras. Cuando entrenábamos estaba todo el tiempo con el teléfono sin prestarnos atención. Y para él solo existían las once titulares, las otras no contaban para nada.
-¿Usaba el teléfono en los entrenamientos?
-Y más cosas. No teníamos videos para analizar a las rivales que nos íbamos a encontrar en la fase de grupos. Y cuando los conseguimos se equivocaba todo el tiempo. Recuerdo que nos estaba explicando cómo atacaba Corea con un video de Costa Rica. Otro día nos hablaba de una estrategia del equipo y en la pizarra había diez jugadores en lugar de once.
-Quereda ha dicho que había dos amistosos previstos, pero se suspendieron porque a última hora las selecciones no se presentaron.
-Eso me suena a excusa porque dudo mucho que un equipo que tiene cerrado un amistoso se eche atrás dos días antes. Seguro que era él el que no quería.
-También le critican que no fuera a ver los partidos en los que ustedes jugaban.
-Estábamos desprotegidas. Es que no venía a vernos ni en los partidos que jugábamos en Madrid. Y claro, después pasaba lo que pasaba, que convocaba a jugadoras que estaban lesionadas porque no se había enterado de que habían sufrido una lesión."No nos veía ni cuando jugábamos en Madrid. Y claro, luego convocaba a jugadoras lesionadas"
-Dice Vero Boquete, la capitana del equipo, que Quereda las trataba como a niñas pequeñas. ¿En qué sentido?
-Él quiere estar al tanto de todo, ser el líder que lo tiene todo bajo control. Ni siquiera le gustaba que diéramos entrevistas a los medios de comunicación. También quería estar al tanto de lo que pasaba entre nosotras.
-¿Se metía en temas personales de las jugadoras?
-Sí, se interesaba más por nuestros temas personales que por la preparación deportiva. Hemos perdido completamente la confianza en él, es una situación que no da más de sí.
-¿Considera que Quereda es machista?
-No sé si esa es la palabra. Lo que sí es verdad es que muchas veces no ha sido correcto en el trato con nosotras.
-¿Por qué no denunciaron todo esto antes?
-Hemos considerado que este es el momento adecuado. Estábamos a las puertas de un Mundial, una oportunidad de oro para todas, y si alguna hubiera hablado no habría sido convocada.
"Se interesaba más por nuestros temas personales que por la preparación. Esto no da más de sí"
-España decepcionó al no pasar de la fase de grupos. ¿Las jugadoras hacen autocrítica?
-Por supuesto que sí, nosotras somos las primeras responsables y apechugamos con ello.
-Después de hacer pública la carta, ¿qué les dijo Quereda?
-Nos dijo que lo que habíamos hecho era una canallada. Que no se lo esperaba y que esto no quedaría así. Y que nosotras no éramos las que decidíamos si continuaba o no porque no dependía de las jugadoras sino de la Federación.
-¿Qué van a hacer si el seleccionador no dimite?
-No lo sé. Si no dimite no vamos a seguir allí, tenemos claro que la selección necesita un cambio. Nuestro primer interés es que el fútbol femenino siga creciendo.
-Con una preparación adecuada, ¿hasta dónde cree que habría llegado España en el Mundial?
-Es difícil decirlo. Somos un grupo unido y con calidad, no tenemos nada que envidiar a ninguna otra selección. Repito que somos la primeras responsables, pero con una preparación normal habríamos llegado mucho más lejos. Al menos para clasificarnos para los Juegos de Rio.
-Ángel María Villar no asistió a ningún partido de España, algo impensable si hubiera jugado la selección masculina. ¿Se sintieron ninguneadas?
-No, es un hombre que tiene mucho trabajo. Nos sentimos respaldadas por Villar.
