El deporte no deja de dar sorpresas. Y el tenis no es una excepción. Cuando eran muy pocos los que apostaban por Rafel Nadal en el tránsito de la tierra -su superficie favorita- a la hierba, el campeón de catorce grandes ha vuelto a hacer malabarismos. En el torneo de Stuttgart, un ATP 250, levantó el trofeo con una exhibición de buen tenis durante toda la semana.
Campeón de Wimbledon en 2008 y 2010 y ganador en Queen´s en 2008, con otras tres finales perdidas en el All England Tennis Club (2006, 07 y 11), la trayectoria de Nadal en las últimas ediciones de Wimbledon dejó mucho que desear. En 2012 cayó en segunda ronda ante el checo Lukas Rosol, en 2013 lo hizo en su debut ante el belga Steve Darcis y el pasado año cayó en octavos ante el australiano Nick Kyrgios. Una estadística que no invitaba a pensar que ahora, tras las dudas que ha mostrado en tierra, iba a brillar. Pues lo ha hecho. Su capacidad competitiva ha quedado de nuevo de manifiesto. Se niega a rendirse y, ganador nato como es, está empeñado en demostrar que a sus 29 años todavía le quedan importantes retos por afrontar.
En Stuttgart, torneo que ha conquistado por tercera vez tras hacerlo en 2005 y 2007, cuando se disputaba en tierra, ha destacado por muchos aspectos del juego. Pero sobre todo, por su gran efectividad en el servicio. En sus cuatro partidos hasta alzar el trofeo, Nadal ha contabilizado 38 saques directos, a nueve de promedio, alcanzando la velocidad máxima de 207 Km/h. En la final disputada ante el serbio Victor Troicki, 28 del mundo, logró la friolera de once saques directos.
Además, el tenista de Manacor parece haber superado su temor a que la hierba afecte a sus mermadas rodillas. "Mis rodillas han funcionado perfectamente", dijo feliz tras plantarse en la final número 95 de su carrera.
Nadal, que valoró el título conseguido "porque ahora significa mucho para mí", debe ratificar su buen momento a partir de mañana miércoles, cuando debutará en el torneo de Queen´s ante el ucranio Alexander Dolgopolov. Hoy se estrena en dobles junto a Marc López. En el torneo londinense, categoría 500, antesala de Wimbledon, que se inicia el próximo día 29, coincidirá entre otros con el británico Andy Murray -su verdugo en la final de Madrid el pasado mes de mayo-, el búlgaro Grigor Dimitrov, que defiende título, y el australiano Lleyton Hewitt, que competirá por última vez. Una cita con la mirada puesta en el tercer Grand Slam de la temporada, donde Nadal se propone superar los octavos del pasado año.
Queen´s ya está en marcha y ayer, Fernando Verdasco remontó para ganar, por un ajustado 3-6, 7-5 y 7-6 (4) a Roberto Bautista en uno de los dos duelos españoles que el sorteo ha deparado en la primera ronda del torneo.
Por su parte, el suizo Roger Federer, ganador en siete ocasiones del torneo de Halle, inició su lucha por la octava victoria en esta cita que sirve de preparación para Wimbledon, con un agotador triunfo ante el alemán Philipp Kohlschreiber por 7-6 (8), 3-6 y 7-6 (5).
