Campanet quiere ser de Tercera División. Su equipo de fútbol está a solamente 180 minutos de lograr el ascenso a una categoría nacional por primera vez en su historia. Este hecho provoca que los vecinos del pueblo, aficionados y los que no lo son tanto, se hayan volcado en apoyar al conjunto que dirige Mateu Ripoll, que de superar al Esporles, uno de los favoritos al ascenso, militará la próxima campaña en la Tercera balear junto a históricos como el Mallorca B, Poblense, Binissalem o, entre otros, Constancia.
La temporada que ha realizado este conjunto en la Regional Preferente ha sido excelente, clasificándose entre los primeros de la tabla, circunstancia que le ha permitido disputar la fase de ascenso a Tercera. No obstante, esta meta era considerada en un principio como un premio hacia unos jugadores que lo habían dado todo sobre el terreno de juego, ya que el objetivo de la plantilla era lograr la permanencia, meta que se consiguió con creces y que ya se celebró incluso en enero.
Sin embargo, el Campanet acaba de eliminar al Ferreries, campeón de Menorca y uno de los favoritos al ascenso. Una de las claves de este triunfo fue la complicidad e implicación de una afición entregada. A Menorca acudieron más de cien campaneters para animar a su equipo, un hecho nunca visto en esta localidad.
Un grupo de 99 aficionados del Campanet se desplazó en bus hasta Alcúdia para coger un barco que les llevara a Ciutadella. Allí se unieron más seguidores y acudieron a Ferreries. Al final del partido, afición y jugadores celebraron el pase a la final.
"El pueblo está volcado y tiene unas ganas rabiosas de hacer historia", señaló ayer el presidente del Campanet, Rafel Pons, que añadió: "Tenemos una ilusión loca. Sabemos que no será nada fácil superar al Esporles, pero lucharemos hasta el final para conseguir el ascenso. Creo que serán 180 minutos muy disputados y que primará la igualdad en ambos enfrentamientos".
No le falta razón al mandatario, ya que en la Liga regular los dos partidos en los que se enfrentaron acabaron con el mismo marcador, 0-1 para los equipos visitantes. En Campanet saben de la dificultad del Esporles, que en la pasada temporada se quedó a las puertas del ascenso, pero no dudan de sus posibilidades.
Pons quiere agradecer la respuesta de la afición. "Les necesitamos para lograr esta meta. Estamos muy agradecidos al apoyo incondicional que tenemos de ellos, especialmente en esta recta final de la competición. Jugar en Menorca y parecer que estábamos en casa fue una experiencia única y muy agradable", señaló.
