Joseph Blatter ha decidido dimitir como presidente de la FIFA después de 17 años en el cargo y tan solo 4 días después de renovar el cargo, en pleno escándalo de corrupción que sacuden el máximo organismo rector del fútbol mundial.

Vinculado desde 1975 a la FIFA, en la que fue secretario general de 1981 a 1998, año en que fue elegido presidente, con su renovación del viernes pasado Blatter volvió a demostrar su maestría a la hora de cerrar crisis, aunque esta vez se ha confirmado que fue en falso. Hasta la fecha, nunca nada había alterado sus planes.

Durante estos años de mandato, la presidencia por parte de Blatter de la organización deportiva más poderosa del mundo se ha visto salpicada por acusaciones de corrupción y compra de votos, especialmente desde la elección de Rusia y Catar como sedes mundialistas para 2018 y 2022.

Aquella concesión ha marcado el devenir de su último mandato, iniciado meses después de la votación en diciembre de 2010 y rodeado de polémicas desde el primer momento, ya que quien pretendió ser su contrincante en las elecciones de 2011, el catarí Mohamed Bin Hammam, acabó inhabilitado por intentar comprar votos. También ha sido durante este último mandato en el que se vio envuelto en la polémica después de imitar a Cristiano Ronaldo:

Alejado de las acusaciones de éste y de las renuncias forzadas en 2013 de miembros de su Ejecutivo por recibir pagos injustificados de los derechos audiovisuales, como el paraguayo Nicolás Leóz o el brasileño Ricardo Teixeira e incluso su predecesor en el cargo, el brasileño Joao Havelange, Blatter se ofreció hace meses como la mejor opción para seguir en la presidencia.

Futbolista aficionado, entrenador, atleta y licenciado en Economía y Administración de Empresas por la Universidad de Lausana y con grado de coronel del ejército suizo, "Sepp" Blatter (Visp/Suiza, marzo 1936) llegó a la presidencia de FIFA el 8 de junio de 1998, como relevo de Havelange después de 23 años. Desde 1999 es miembro del Comité Olímpico Internacional (COI).

Dominador de 5 idiomas -inglés, francés, español, alemán e italiano- y diplomático de primera, Blatter inició su carrera profesional en la Oficina de Turismo de Valais -su región natal-, y en ella incluye la secretaría general de la Federación Suiza de Hockey Hielo y el ejercicio del periodismo.

Relaciones públicas de Longines y director de Sports Timing (1968-75), puesto por el que participó en la organización de los Juegos de Munich'72 y Montreal'76, mantuvo su primer contacto con la FIFA en 1975 y en poco tiempo se ganó la confianza de Havelange. En 1981 el brasileño le designó secretario general.

Aunque pensaba salir de FIFA junto a Havelange, varias federaciones le animaron a optar y ganar la presidencia contra el sueco Lennart Johansson -entonces presidente de la UEFA-. Años después, en vísperas de su primera reelección, su opositores le acusaron de comprar votos y de llevar a la organización a una dictadura.

Fue en 2002 en Seúl. El camerunés Issa Hayatou, hoy todavía en el Comité Ejecutivo, fue su rival, el único que hasta hoy le ha disputado el despacho. Blatter ganó con una autoridad- 139 votos de 197 posibles- y apagó aquel incendio, que llevó al despido de su secretario general, Michel Zen-Ruffinen, después declarado persona non grata para la FIFA.

En un ambiente más tranquilo llegó a su siguiente reelección, retrasada a 2007 para no coincidir en año de Mundial, y fue reelegido sin oposición. Igual empezó el cuarto en 2011, tras la inhabilitación de Bin Hammam, aunque las acusaciones de compra de votos para adjudicar los Mundiales de Rusia y Catar le llevaron a introducir cambios en su estilo de gobierno.

Uno de ellos fue investigar el caso y fortalecer su Comisión de Ética, formada desde entonces por un órgano de investigación y otro de decisión, aunque de momento no parece tener el efecto deseado.

Hace meses el presidente de la cámara de investigación, el exfiscal estadounidense Michael J. García, dimitió después de que su informe sobre Rusia y Catar no se publicara íntegramente y de que el órgano de decisión cerrara el caso sin encontrar irregularidades.

Aunque la resaca del "informe García" tardará tiempo en pasarse, Blatter ha decidido ahora abandonar la escena tras confirmar que los procesos judiciales en curso pueden deparar "peores noticias" para él.