El duelo más esperado está servido. El partido que todos esperaban cuando se realizó el sorteo de Roland Garros es una realidad. Rafel Nadal y Novak Djokovic se enfrentarán mañana miércoles en la pista central, en horario todavía por definir, en la reedición de la final del pasado año, en la que Nadal levantó por novena vez la Copa de los Mosqueteros al imponerse al serbio en cinco sets.

Las cosas han cambiado desde desde aquel día, el último torneo en el que ha triunfado Nadal hasta hoy a excepción del menor de Buenos Aires, un 250. Djokovic, campeón en cinco torneos este año, llega pletórico. Se siente el mejor porque lo demuestra cada vez que hace su aparición en la pista. Por contra, Nadal llega con dudas, por mucho que se haya plantado en cuartos apenas sin sufrir. Lo de Djokovic son palabras mayores, el mayor reto del mallorquín este año.

Nadal, defensor del título en Roland Garros, logró el pase a cuartos de final del torneo pero cedió el primer set de la quincena ante el estadounidense Jack Sock, 37 del mundo, por 6/3, 6/1, 5/7 y 6/2, en 2 horas y 54 minutos. Es la victoria número 70 de Nadal sobre la tierra batida de París, donde en once participaciones solo ha perdido un duelo, el que le ganó el sueco Robin Soderling en 2009. El nueve veces ganador del torneo, defensor del título, espera en esa fase al número uno Novak Djokovic, que se impuso sin problemas el francés Richard Gasquet.

"Jack es un buen jugador, tiene un gran futuro, hay que felicitarle porque creo que ha hecho un gran partido", dijo el mallorquín desde la pista nada más terminar el partido. Es la primera vez que Nadal pierde un set en octavos de final desde su derrota en 2009 frente a Soderling.

Nadal, que ha llegado a Roland Garros tras haber completado su peor temporada en tierra batida desde 2004, se ha plantado en cuartos habiendo concedido 37 juegos en sus cuatro primeros compromisos. Contra Sock, un gran sacador y poseedor de una de las derechas más fuertes del circuito, el mallorquín impuso la ley de su zurda para no tener ningún apuro en las dos primeras mangas

Rompió el servicio del estadounidense en la primera ocasión de que dispuso en los dos primeros sets. Se anotó los tres primeros juegos del partido, cedió su saque en el cuarto pero a partir del octavo se anotó siete consecutivos, dejando sentenciada también la segunda manga. Parecía que iba a ganar por la vía rápida. Pero en la tercera el estadounidense elevó su nivel a partir del sexto juego, cuando recuperó el servicio en contra que arrastraba desde el quinto.

Nadal volvió a quebrar en el siguiente y sumar su saque. Llegó a servir con 5-4 para ganar, pero en ese momento Sock le arrebató el servicio y sumó los dos juegos siguientes para alzarse con la manga. Parecían volver las dudas en el mallorquín, que en los momentos importantes, como lo es tener que cerrar el partido, no da la talla. Pero, superado el susto de la pérdida del set, el primero que cede en esta edición del torneo, Nadal volvió a mostrarse sólido y apuntarse el partido en un cuarto y definitivo set en el que impuso su superioridad, acreditada en la pista y en el ránking de cada uno.

Ganador de 46 títulos sobre tierra batida, Nadal ha concedido esta temporada un cuarto de las 20 derrotas que ha sufrido en esa superficie en toda su carrera, lo que, por primera vez, no le convierte en favorito ante Djokovic, ni aunque el partido se juegue en 'su casa', la pista central de Roland Garros.

Pero pocos son los que se atreven a dar por eliminado a Nadal, por muchas dudas que presente ante el gran duelo de mañana. La historia no hay que desdeñarla, y mucho menos en el deporte. El de Manacor sabe que está ante su mejor oportunidad de ganar un grande por undécimo año consecutivo. El ganador de este gran duelo irá disparado al título.