El Palma Futsal escribió ayer la página más brillante de su historia. Un fuerte tiro de Bruno Taffy, a solo cincuenta y siete segundos del final, le metió en las semifinales de la lucha por el título de Liga ante un rocoso Jaén Paraíso Interior. Los mallorquines recogieron este glorioso premio gracias a que supieron sufrir a lo largo de toda la eliminatoria, primero en Son Moix y ayer en el abarrotado pabellón de La Salobreja. Este triunfo (1-2), que explica la igualdad que hubo en toda el enfrentamiento, hace justicia después de las decepciones sufridas en la Copa del Rey y, sobre todo, en la Copa de España, en la que padecieron dolorosas derrotas. Presumiblemente el todopoderoso Inter Movistar -juega hoy ante el Peñíscola- será el rival, pero los de Juanito tienen motivos para estar orgullosos de esta hazaña. La lamentable tangana final, con empujones entre los jugadores e incluso técnicos de ambos conjuntos, no debe empañar el trabajo de los isleños.
El Palma Futsal, con mucha cabeza, supo remontar anoche en la pista del cuarto clasificado y campeón de la Copa de España, con los tantos de Burrito y el propio Taffy, un partido que se puso cuesta arriba por la diana de Jordi Campoy. Y eso todavía le concede más mérito.
El ambiente era hostil, con 1.400 enfervorizados seguidores y el rival rugía de lo lindo, pero eso no condicionó a los de Ciutat en los primeros minutos. Salieron con descaro y, de hecho, tanto Vadillo, Burrito y Taffy obligaron al meta Dani Cabezón a lucirse. No obstante, los locales se fueron entonando a medida que pasaban los minutos, pero el Palma Futsal, contrariamente a lo que sucedió en Son Moix hace una semana, apenas cometía errores. Defendió con intensidad y sacrificio, tal y como exigía Juanito en la previa. Eso sí, Barrón empezó a aparecer más de lo deseado. Abortó un cabezazo de Carlinhos y sendos tiros de Solano y Cuco. Hasta que llegó el fatídico minuto once. Este deporte, como muchos otros, condena al que perdona. Y Chicho, absolutamente solo, después de un buen contraataque, no supo resolver el uno contra uno ante Cabezón, que despejó el balón. En la siguiente acción, como si fuera un castigo por la falta de puntería, Jordi Campoy marcó de un fuerte disparo (1-0).
Eso no hizo venirse abajo a los baleares, que lo siguieron intentando. Curiosamente el problema lo encontraba en tareas ofensivas. Faltaba chispa y, sobre todo, acierto, porque el propio Chicho y Burrito se volvieron a estrellar con el cancerbero andaluz.
En la reanudación el Palma Futsal salió con más atrevimiento. El Jaén reculó, pero no era suficiente porque seguía fallando el punto de mira. Vadillo y Chicho volvieron a tener sus oportunidades, pero quizá la más clara llegó gracias a una combinación entre Burrito y Joselito, que se encontró, otra vez, con Cabezón. Sin embargo, los visitantes no se desesperaron y al conjunto jienense le empezó a entrar el miedo a ganar. Dio unos cuantos pasos atrás y eso fue la mejor noticia para los de Juanito. En una falta, muy discutida por los locales, el Palma Futsal sacó rápido y Burrito, el más listo de la clase, armó rápido su pierna derecha para soltar un tiro seco que se coló en la portería andaluza (1-1). Desde ese momento, el encuentro se volvió loco. La tensión se elevó, pero también mucho más los errores en ambos lados. El Jaén apretó de verdad y el palo y larguero, con un gran Barrón, evitaron que José López y Chino adelantaran a los suyos. Pero el Palma también creaba peligro a la contra. Tomaz y Burrito tuvieron el éxito en sus botas, pero se quedaron con las ganas. Hasta que apareció Taffy. Primero envió la pelota al larguero y, a cincuenta y siete segundos del final, soltó un tiro inolvidable para el Palma Futsal. Aquel chut ya es para siempre, pero este grupo ya ha dejado claro que quiere más. Esto solo acaba de empezar.
