Damià Estelrich vuelve a la palestra. El que fue durante muchos años el máximo mandatario del Atlético Baleares se ha convertido en el nuevo presidente de la Junta de Propietarios del Estadio Balear (Procampo). El veterano empresario llega con un proyecto en el que se plantea construir un nuevo campo en las cercanías del hipódromo de Son Pardo.

Estelrich llega a la presidencia después de que el también empresario Fernando Miró renunciara a la poltrona. Esta candidatura ha sido la única que se presentó, por lo que no hizo falta que hubiera elecciones.

La clara intención de Damià Estelrich es la de desencallar y buscar una solución al cierre del Estadio Balear, que está precintado por el Ajuntament de Palma desde junio de 2013 por mal estado.

Fernando Miró y su equipo trabajaron duramente el pasado año para revertir la situación. Su principal baza fue proponer el arreglo del vetusto estadio con aportaciones de los propietarios. Sin embargo, se encontraron con el rechazo de los accionistas ya que solamente fueron unos pocos los que se rascaron el bolsillo para hacer un fondo común y empezar a arreglar el recinto deportivo. Se recaudaron apenas 42.000 euros de los 600.000 que se necesitan.

Este contratiempo, unido a la indiferencia de las instituciones públicas al tratarse de una propiedad privada y la gran inversión realizada por la actual propiedad del Atlético Baleares en Son Malferit -campo de la Federació de Futbol de les Illes Balears-, que es donde todos los equipos blanquiazules juegan y entrenan esta temporada, supuso que el tema del Estadio Balear entrara en vía muerta y tenga un futuro incierto.

Estelrich, una persona que ha demostrado en repetidas ocasiones su amor por el Atlético Baleares, decidió tomar cartas en el asunto y presentarse como máximo mandatario de la Procampo. El empresario quiere dar viabilidad a un ambicioso proyecto, que pasa por convertir la Procampo en una sociedad limitada.

Una vez realizado este trámite burocrático, se quiere permutar el Estadio Balear por la construcción de un terreno de juego, de unos ocho mil espectadores, cerca del hipódromo de Son Pardo, en unos terrenos ya estipulados como zona deportiva. En este sentido, Estelrich es consiciente de las dificultades de recibir dinero de las instituciones públicas y se conformaría con que dieran su consentimiento para construir el nuevo estadio. El empresario se entrevisatrá con los responsables de urbanismo del Ajuntament de Palma y del Consell de Mallorca para explicar su proyecto.