La batalla por el Mundial de la Fórmula 1 entre los pilotos de Mercedes afronta este fin de semana su capítulo final en el crepúsculo de Abu Dhabi, donde a Lewis Hamilton le basta con finalizar segundo para volver a tocar la gloria seis años después, aunque Nico Rosberg, que viene de ganar en Brasil, ya ha prometido que plantará batalla en el circuito de Yas Marina.

Después del aburrido final de la última temporada, marcado por la dictadura de un Sebastian Vettel que se adjudicó las últimas nueve carreras del curso, la Fórmula 1 vuelve a prometer emociones fuertes en la última carrera del año, donde se pelearán por la gloria los dos pilotos de Mercedes, la escudería que ha dominado este 2014 de un modo insultante.

Han sido 18 carreras en las que, salvo las tres 'afrentas' en forma de victoria cometidas por Daniel Ricciardo (Red Bull), Hamilton y Rosberg se han repartido las botellas de champán: diez ha descorchado el británico y cinco el alemán, quien no se ha descolgado a pesar de esta amplia diferencia.

Pese a sumar tres abandonos a lo largo de la temporada, uno más que su rival y compañero de equipo, el talento de Hamilton le ha permitido afrontar la cita decisiva con 17 puntos de ventaja, una distancia que sería casi definitiva cualquier otro año, pero que esta vez exige máximo esfuerzo debido al novedoso invento de repartir del doble de puntos en Abu Dhabi.

Al inglés, que ya se proclamó campeón en 2008 en un final de infarto ante Felipe Massa, le basta con finalizar segundo para abrir la botella de champán más importante de todas, la del título mundial. Con cualquier otro caso, estaría a expensas del resultado de Rosberg y debería sacar la calculadora.

"Veinte años compitiendo me han preparado para un momento así", ha zanjado Hamilton, dejando claro que tiene los nervios bajo control frente a un adversario que conoce perfectamente y con el que ya se jugaba títulos en karts cuando ambos solo eran unos prometedores adolescentes.

Más exigente se dibuja el panorama de Rosberg, que necesita vencer y esperar que el británico sea tercero -como máximo- para alcanzar la cima de la Fórmula 1 que ya subió su padre Keke, campeón en 1982. Sería la segunda saga que lo consigue después de los Hill, que ya se repartieron las coronas de laurel entre el padre Graham (1962, 1968) y el hijo Damon (1996).

Fin de semana de despedidas

Con el Mundial de Constructores sentenciado a favor de Mercedes desde hace semanas, el resto de la parrilla correrá pensando sobre todo en el futuro, dentro del presumible 'terremoto' de cambios que ha vivido su primer gran movimiento nada más llegar a Yas Marina con las confirmaciones anunciadas por Ferrari.

Así, será un fin de semana muy especial para Fernando Alonso, que cerrará un lustro de sinsabores con la 'Scuderia' saldado con tres subcampeonatos mundiales, escaso bagaje para un piloto que soñaba con emular la época gloriosa de Michael Schumacher y se despide antes de tiempo rescindiendo un contrato que le vinculaba dos años más.

A falta de confirmar su más que probable vuelta a McLaren, el ovetense quiere despedirse con buen sabor de boca antes de convertirse en un 'tifosi' más de Ferrari, que está a punto de cerrar su primera temporada sin victorias desde 1993. Este fin de semana vestirá un casco decorado con las firmas de todos sus compañeros en el equipo, a los que ha querido homenajear antes de emprender el que, a sus 33 años, probablemente será el último gran proyecto de su carrera.

Su mono rojo pasará a partir del lunes a manos de Vettel, que también vivirá su particular despedida, en este caso del equipo que le encumbró al tetracampeonato mundial entre 2010 y 2013, una época dorada que, a largo plazo, desea instaurar en Ferrari al estilo de su ídolo Schumacher, el mismo sueño que acaba de esfumarse definitivamente para Alonso.

Menos claro es el porvenir de otros pilotos importantes como Jenson Button (McLaren), quien podría dejar hueco al piloto asturiano. Aunque McLaren no piensa anunciar su alineación para 2015 antes del 1 de diciembre, el campeón mundial de 2009 ha reconocido que se encuentra en "una situación incómoda" y, por si acaso, ha avanzado que está "muy abierto" a alguno de los "muchos retos que hay fuera de la Fórmula 1".