Es el futbolista de moda en el Atlético Baleares. Todos los que han jugado con Miquel Ripoll coinciden en que es un jugador con talento y suficientes argumentos para llegar a la elite.

Acaba de aterrizar en Segunda División B y ya lleva tres goles, cifra que le coloca como máximo anotador del equipo. Es joven (22 años) y va paso a paso. Tras jugar en todas las categorías del Alcúdia, hizo un paréntesis para hacerlo en el Poblense juvenil, aunque acabó su etapa en el Mallorca División de Honor. Volvió al Poblense, con Ramón Jiménez, pero no acabó cuajando y se marchó al Alcúdia de Pep Barceló, del que habla maravillas y del que aún recuerda sus palabras: "Tú te vienes al Alcúdia, marcas 18 goles y de aquí te vas a Segunda B".

Y así fue. "Al final marqué 22, pero a Pep y a ese equipo, les debo mucho", cuenta con una amplia sonrisa Ripol. Aquel Alcúdia consiguió hacer 66 puntos para meterse en un play off histórico. Después de dos campañas en Alcudia, equipo que le ha visto crecer como futbolista, el Mallorca B lo vuelve a llamar para hacer la pretemporada, pero Toni Prats no apuesta por él, según dice Ripoll: "Hice parte de la pretemporada con el Mallorca, al que estoy agradecido, pero no contaban conmigo y cuando me llamó el Baleares, no me lo pensé".

Ahora, en el Atlético Baleares, admite haber conseguido la confianza que necesitaba, se siente cómodo y es titular. Su entrenador, Nico López, admite la evolución del futbolista artífice de la última (y primera) victoria en casa contra el Olot: "Cada día crece más, se le nota hasta en los entrenos, ahora no lo para nadie".

Es un futbolista diferente, con hambre, gol, rápido y es, sobre todo, listo. "Creo que soy un jugador astuto, intento ver el juego antes de que ocurra, me gusta anticiparme y sobre todo, marcar goles", explica Ripoll. Razón no le falta, de hecho ha provocado tres penaltis -lo que le ha valido ganarse fama de 'piscinero' dentro del vestuario- y ha marcado tres goles, cifra que espera ampliar esta misma semana en el campo del Reus.

Talento, juventud y ganas de comerse el mundo. El propio Ripoll recuerda ejemplos como el de Bigas, ahora en el primer equipo del Mallorca: "Sé que es difícil llegar, pero voy a trabajar para intentarlo, ahora es el momento".