Con mucho trabajo, el Mallorca B arrancó un valioso punto en el polideportivo Isabel Fernández de Elche. Los jóvenes pupilos de Javier Olaizola mantiene su buena trayectoria de resultados y ya suman siete encuentros consecutivos sin conocer la derrotar. En esta ocasión fue una gran labor defensiva la que salvó a los palmensanos de no perder ante un rival que dominó y que dispuso de las mejores ocasiones pero perdonó ante un Royo que realizó su trabajo a la perfección.

El conjunto palmensano llegaba a Elche en una gran dinámica de juego y resultados que le situaba en la cuarta posición de la clasificación. Mientras, el filial afrontaba el partido con el resto de sumar los tres puntos para alejarse de la zona de peligro. Fueron los locales los primeros en generar la primera situación de peligro. Se cumplía el primer minuto de juego cuando una jugada de Iván agudo no la pudo culminar Samu por muy poco.

Sin embargo, el partido fue un ir y venir de ambos conjuntos, aunque los blanquiverdes fueron los que crearon más peligro. En el minuto 37, un buen servicio de Anaba a Franco acabó con un disparo del argentino que atrapó Royo, muy bien colocado. La defensa bermellona jugó a un alto nivel e impidió que el Elche Ilicitano le pudiera amargar la matinal. La primera parte finalizó sin que se moviera el marcador.

La segunda mitad empezó con una oportunidad inicial del Elche Ilicitano. Se cumplía el minuto 50 cuando un centro de Mario Arqués acabó con un remate de Iván Agudo sin que obtuviera el premio del gol. Poco después, una gran jugada de Samu finalizó con un chut que atrapó Royo, muy activo en los primeros compases de este segundo periodo. Y en el minuto 64, Franco disparó al palo tras una asistencia de Iván Agudo. Los palmesanos apenas inquietaban a José Carlos por lo que su técnico empezó a mover el banquillo. En el minuto 68, Cedric disparó pero el balón salió por encima del travesaño.

A medida que fueron transcurriendo los minutos, los rojillos fueron dando por bueno el empate por lo que se fueron atrincherando en su área dando todo el dominio del balón a un rival, que no lo supo aprovechar. Ya en la recta final del partido, el dominio del Elche Ilicitano fue insultante ante un rival que renunció por completo a dar la campanada. Ya no hubo ninguna oportunidad clara de gol, en buena medida por la falta de claridad en ataque de un equipo alicantino que puso mucha voluntad, tuvo acercamientos pero en ningún momento pudo franquear la barrera visitante.