La selección española enderezó su camino de clasificación a la Eurocopa 2016, con un triunfo firme pese a las bajas ante Bielorrusia (3-0) en Huelva, en un partido en el que recuperó la brillantez de la mano de Isco Alarcón y en el que hubo claves como la velocidad del juego y la pegada de fuera del área.

Isco destapó su magia. El madridista sintió que ante tanta ausencia de futbolista de un perfil muy específico que pocas selecciones además de España tienen -Iniesta, Silva, Thiago o Cesc- la responsabilidad recaía sobre él.

Alejado de la presión saltó al Nuevo Colombino a jugar como si estuviera en el parque de su barrio. Se divirtió e hizo divertirse a todos los que vieron el partido. Dejó detalles técnicos de altos vuelos, pertenecientes a un privilegiado que tras mejorar su cara defensiva está listo para instalarse entre los mejores del mundo.

Ha ido paso a paso. En la selección derriba la puerta a base de buen fútbol y frente a Bielorrusia dejó su primera exhibición lanzando un mensaje a los pesimistas. La 'generación de oro' del fútbol español tiene herederos que hablan el mismo idioma.

Isco abrió el cerrojo de cinco defensas lo abrió con dos disparos desde fuera del área en una selección que no acostumbra a marcar de esta forma y que suele tocar hasta pocos metros de la portería rival. El malagueño, con un derechazo a la escuadra, y Busquets con un chut potente, tomaron el relevo de Xabi Alonso y David Villa. España no marcaba dos tantos en un partido desde fuera del área desde que se los hizo a Venezuela en 2002.