El Atlético Baleares ya se parece al Atlético Baleares. Este equipo vuelve a llevar el sello que lo identificaba y ayer lo demostró ante el Olot. Los blanquiazules sumaron su primer triunfo en Palma por 2 goles a 0 a base de trabajo y gracias a un fenómeno, Ripoll.

Llegaban a Son Malferit dos equipos con el único deseo de no pasar apuros para lograr la permanencia, circunstancia complicada en cualquier grupo de la Segunda División B. La necesidad, no obstante, pesaba en el Atlético Baleares, que aún no se había estrenado en su terreno de juego. Tras un golpe en el tablero con la victoria en el campo del Lleida(0-3), necesitaba corroborar en Son Malferit que su estado de ánimo es el de los equipos a los que le empiezan a salir las cosas. Pero además del estado de ánimo, también está el trabajo.

Y sobre todo defensivo, faceta en la que ha mejorado notablemente el equipo de Nico López, con la contribución sin excepciones de todos los futbolistas, incluidos Fullana o Ripoll, los primeros en iniciar presión tras pérdida. En una primera parte en la que Víctor solo tuvo que aparecer para asustar a Coro, el Baleares avisó en más de una ocasión. Primero Esteban, tras un córner, y seguidamente Artabe, de volea que se va rozando el palo.

Ocasiones claras previas a la aparición del futbolista del partido, Miquel Ripoll. Cuando aparece, su juventud se convierte en desparpajo, producto del cual se inventó una jugada que acabó en penalti claro. Fullana le dio el gusto a Cristian, que no falló. 1-0. Las jugadas individuales con las que insistía el Olot no fueron suficientes para amenazar la meta de Víctor y con ese resultado se llegó al descanso.

Bien el Baleares con su estilo aunque las derrotas sufridas en casa hicieron que los presentes tirasen las campanas al vuelo. Por eso, Nico López salió valiente, sin pensar en el resultado que reflejaba el marcador. No habían pasado diez minutos del segundo acto cuando se produjo la jugada del partido. Recuperó Cristian, se la dio a Artabe y la pone desde la izquierda. Ripoll remata de cabeza y 2-0. Sencillamente genial. Es rápido, tiene clase y además marca goles. Ayer fue el hombre del partido y los aficionados del Atlètic se lo agradecieron.

Pero ayer era el día para valorar el esfuerzo de todos los futbolistas, incluso los que salieron de refresco (Nando, Ignasi o Alomar), que aportaron hasta el 96 que duró el partido. Solo a diez minutos del final, el lateral del Olot, Canal, puso en peligro real al Baleares, con un balón al larguero. Sufrida victoria, pero merecida para el Baleares. Este equipo empieza a parecerse a sí mismo. Este triunfo, el segundo consecutivo, propicia que los palmesanos abandonen la última plaza.