A pesar de que el Atlético Baleares continuará una semana más como colista del grupo III la victoria de ayer en Lleida le supone un respiro en su delicada situación en la clasificación y una gran inyección de moral para los alicaídos blanquiazules ya que los ilerdenses eran líderes. Y es que los de Nico López consiguieron la segunda victoria de la temporada contra todo pronóstico y en uno de los campos más complicados de puntuar de toda la categoría. La gran eficacia en ataque de los palmesanos fue clave para conseguir un triunfo holgado. Además, el Lleida Esportiu, que no jugó a su mejor nivel, ahora comparte la primera plaza con el Espanyol B, Nàstic y Mallorca B.

El enfrentamiento en el Camp d´Esports empezó con un doble planteamiento diferenciado. El Lleida quiso tener el balón y dominó la parcela ancha del terreno de juego, mientras que el Atlético Baleares apostó por un juego algo más conservador y buscando el contragolpe como su mejor arma. Sin embargo, la primera ocasión para los catalanes llegó a los 19 minutos en un potente disparo de Osado que no tuvo consecuencias. Poco después el colegiado le anuló un gol a Diego Sánchez por un dudoso fuera de juego.

Y como son las cosas en el fútbo. Cuando más apretaban los locales, una jugada de Carlos Rodríguez por la banda izquierda acabó con un centro de éste que Ripoll supo transformar en gol. Era el 0 a 1, y saltaba la sorpresa en el Camp d´Esports. Sin embargo siguió insistiendo el Lleida aunque con escasa fortuna. Albistegui, en el 34, estuvo cerca del empate. Pero el cuadro isleño volvió a demostrar una gran eficacia en ataque. En el 37 un rápido contragolpe acabó con la finalización de Chando, que firmó un sorprendente 0 a 2. Ya en la recta final de la primera parte, Diego Sánchez puso a prueba a Víctor Ross. Poco después el colegiado anuló un gol al Lleida por una falta en el área pequeña. Sin tiempo para más acabó la primera parte con un sorprendente 0 a 2.

En la segunda mitad, Imanol Idiázkez, técnico del Lleida Esportiu, intentó cambiar la dinámica del partido apostando por un juego más vertical dando entrada a dos jugadores de corte más ofensivo. Pau Bosch estuvo cerca de reducir la desventaja. La respuesta visitante llegó en el 57 cuando Carlos Rodríguez perdonó un uno contra uno que salvó Pau Torres. Precisamente el portero local vio el camino de los vestuarios en el minuto 68 cuando le hizo un claro penalti a Carlos Rodríguez. El lanzamiento desde los once metros lo ejecutó Fullana haciendo el tercer tanto para un Atlético Baleares que sentenció el partido.

Ya en el tramo final, Osado lo intentó pero envió el balón por encima del travesaño, y Diego Sánchez disparó pero el esférico salió rozando el palo. En inferioridad numérica y con un jugador menos, los catalanes ya no inquietaron más la portería de un Víctor Ross que ayer tuvo un partido muy plácido. Justo triunfo visitante.