Rudy Fernández (máximo anotador con 17 puntos) y Felipe Reyes tiraron de oficio y galones para conducir al Real Madrid, en el segundo partido de la eliminatoria final por el título ante el Barcelona, a la victoria (87-78), a igualar la eliminatoria (1-1) y a viajar al Palau con todas las opciones abiertas. La salida del Madrid con respecto al primer partido fue como el día y la noche. Acierto ofensivo al margen, la defensa madridista fue operativa desde el segundo uno y la actitud del equipo en general mostró la cara buena, con un gran Rudy en el tercer cuarto, que desempeñó una gran actuación a cinco minutos para el final.

El Barcelona pese a esperarse la reacción del rival y salir con los mismos argumentos no pudo desembarazarse de la presión a la que fue sometido ni estuvo tan eficaz a la hora de contrarrestar al rival.