El Real Madrid venció ayer por 89-87 al Unicaja, con lo que se coloca con un 2-0 en las semifinales por el título, gracias al trabajo estajanovista de Felipe Reyes y al acierto de Rudy Fernández (18 puntos), que lideraron la corta y trabajada victoria de su equipo.

Un gran comienzo para un final de primer cuarto peor. Es lo que le ocurrió a un Real Madrid que, a diferencia del primer partido, salió muy enchufado y a golpe de triples con Carroll, Rudy y Mirotic, rápidamente se puso por delante en el marcador, 11-4 (min.3).

Unicaja reaccionó y tras ocho minutos de juego la igualdad fue total (19-19). Los visitantes lograron imponerse y acabar con cuatro puntos de ventaja, 22-26, el primer cuarto. La zona malagueña se le atragantó al Madrid, que se pasó todo el segundo cuarto haciendo la goma en el marcador. Unicaja llevó el ritmo, en defensa y en ataque; mientras, el Madrid luchó por sobrevivir y por que el partido no se rompiera. El poco ambiente de la grada tampoco ayudó a los locales, que, por momentos, naufragaron en el rebote defensivo. Al descanso, el resultado era un 44-48 que dejaba abiertas todas las opciones.

Un triple de Suárez y la cuarta personal de Fran Vázquez fueron la cara y la cruz de un Unicaja que siguió dominando en el tercer cuarto. Con el partido a punto de romperse, nuevamente, a favor de los visitantes, el Madrid volvió a tirar de casta, de oficio y de Reyes para que Llull lograra la igualada a 63 (min.28).

Con 70-66 arrancó el periodo definitivo, en el que Rudy Fernández fue el verdadero protagonista, tirando de calidad, carácter y experiencia para dar vida a su equipo con una ventaja de nueve puntos ( 78-69) a siete minutos para el final. El Real Madrid intentó administrar la renta, pero a falta de tres minutos (80-76) el Unicaja tiró de triples. Quemaba el balón y apareció un Rudy imperial para dar la réplica en un final emocionante en el que Granger tuvo la última posesión y la opción de dar el triunfo a los malagueños, pero su tiró no entró.