El español Alberto Contador, dos veces vencedor del Tour de Francia, reanudó su cuenta de triunfos en pruebas por etapas al imponerse en la Tirreno-Adriático, que terminó hoy con una contrarreloj de 9,1 kilómetros en la que se impuso el italiano del Movistar Adriano Malori.

Desde su victoria en la Vuelta a España en 2012, a su regreso a la competición después de cumplir su sanción por dopaje, Contador no había logrado ningún triunfo en pruebas por etapas. Hoy cerró su actuación con el 29 puesto en la última etapa, con 10:54. Contador se convierte en el cuarto español que gana la Tirreno-Adriático, tras Díaz Zabala, Abraham Olano y Óscar Freire

Malori, campeón mundial sub-23 contrarreloj en 2008, acreditó un registro de 10:13, seis segundos más rápido que el suizo Fabian Cancellara, cuatro veces campeón mundial y una olímpico de la especialidad.

La carrera estaba teóricamente sentenciada. La renta de 2:08 con la que Contador partía sobre el colombiano Nairo Quintana era imposible de recuperar en 9,1 km a menos que sucediera un percance. El mayor interés residía en ver en acción a grandes especialistas.

El alemán Tony Martin (Quick Step), actual campeón mundial y ganador de la etapa en 2013; el británico Bradley Wiggins (Sky), campeón olímpico, y Cancellara (Trek) se presentaban como favoritos para ganar en el paseo marítimo de San Benedetto del Tronto.

Ninguno de los tres venció. Cancellara, que hoy cumple 33 años, marcó un crono de 10:19, seis segundos peor que el del italiano Adriano Malori, por entonces el más rápido, pero aún así mejor que Wiggins, que invirtió un tiempo de 10:24, y que Martin (10:28).

Malori, segundo el año pasado aquí, permaneció más de una hora en el "asiento caliente", pendiente del polaco Michal Kwiatkowski, que el mes pasado le relegó al segundo puesto en la Vuelta al Algarve (Portugal). Esta vez no, su rival marcó 10:35. Faltaban los de la general, pero ninguno puso en peligro su victoria.