Michael Schumacher es un habitual de Mallorca. El expiloto de Fórmula Uno, que se debate entre la vida y la muerte en un hospital francés tras sufrir un accidente mientras practicaba el esquí en los Alpes, es uno más de los miles de turistas alemanes que aprovechan el verano para pasar el máximo de días en su casa isleña, aunque son muy poco habituales sus apariciones públicas.

El heptacampeón del mundo tiene su residencia en Camp de Mar, junto a la de la modelo Claudia Schiffer. Un inmueble de color rosado y que fue diseñado en su día por Pedro Otzup en la que destaca sobre todo la seguridad que rodea al edificio, cuya propiedad comparte Michael Schumacher con su hermano Ralf, también expiloto de Fórmula Uno.

El alemán suele llegar a Mallorca en su jet privado, junto a su mujer Corinna y sus hijos Gina Maria y Mick, y es muy habitual que él mismo conduzca el vehículo hasta su residencia veraniega. Además, el exdeportista también suele salir a navegar con asiduidad, principalmente en el yate de su representante, Willi Weber.

Precisamente, una de sus pocas apariciones públicas se dio en el verano de 2009, cuando Schumacher y su esposa acudieron por sorpresa a la boda de Cristina Weber, la hija de su mánager. Fue en el Port d´Andratx, días semanas después de sufrir en Cartagena un accidente con la moto Honda en la que se preparaba para participar en el Campeonato de Alemania de Superbikes.

Como siempre, Michael Schumacher, que tiene su residencia habitual en Suiza, fue esquivo con la prensa y evitó pronunciarse, por aquel entonces, sobre su retorno a la Fórmula Uno.

Amante del riesgo y de la velocidad, pero sobre todo de su intimidad, los días de Schumacher en Mallorca son siempre de auténtico relax, navegando y tomando el sol, aunque también ha tenido alguna que otra escaramuza escapándose en más de una ocasión de los paparazzi.

El expiloto alemán, que se retiró en 2006 y volvió al Campeonato del Mundo en 2010 para dejar definitivamente las carreras este año, también pasa bastante tiempo en el sur de España, concretamente en Cádiz, en donde disfruta de otra de sus pasiones, los caballos.