Muchos consideran que el simple hecho de que Jorge Lorenzo haya forzado a Marc Márquez a que el Mundial se decida en la última carrera ya es un gran logro, pero hay un precedente que invita a creer que el mallorquín tiene opciones reales de ser campeón de MotoGP. Hace siete años Valentino Rossi se frotaba las manos ante la posibilidad de sumar su sexto título en la máxima categoría. Aventajaba en ocho puntos -ahora Márquez tiene trece más que el palmesano- a un Nicky Hayden que se había resignado a esperar el milagro. Y sucedió.

El circuito Ricardo Tormo, en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana de 2006, fue el escenario del drama para los fans de ´Il Dottore´, que salió tan mal que cayó a la octava plaza y después, en plena lucha para recuperar posiciones, se fue al suelo. Y Hayden, que no se lo acababa de creer, tocó el cielo finalizando la prueba en la tercera plaza y llorando como un niño, una imagen que aquella jornada dio la vuelta al mundo.

"Espero por Márquez que la situación no sea como la mía en 2006. Marc tiene más ventaja de la que yo tenía y va muy fuerte, por lo tanto sigue siendo el favorito. Pero cuando te juegas el Mundial en una carrera puede suceder de todo. Valencia es un fin de semana difícil, porque es tarde, puede llover, que haga frío, puede ser una carrera con el asfalto mitad y mitad, como el año pasado, puede ser hasta ´flag to flag´", recuerda Rossi, que a pesar de su experiencia falló en el peor momento.

Hayden, por su parte, sabe de lo que habla cuando no da por descartado, en ningún caso, a Lorenzo en la carrera del domingo. "Es algo similar a lo que me pasó a mí. Yo no tenía nada que perder y Lorenzo tampoco. No he mirado los números, pero Lorenzo está pilotando de manera increíble y Márquez no se ha bajado del podio en las carreras que ha acabado. No sé en la piel de quién me gustaría estar en Valencia. Es un circuito pequeño y muchos pilotos van rápido allí, además, el clima puede jugar un papel importante", destaca el estadounidense, que desde entonces ha ido perdiendo protagonismo en el campeonato.

La batalla que librarán Márquez y Lorenzo en el trazado de Cheste puede ser otra historia, está claro, pero el balear se aferra a sus opciones a pesar de los trece puntos que tiene de desventaja. Tiene que ganar y que el catalán sea quinto o peor; o que el isleño sea segundo y su rival noveno o peor, resultados que serían extraños por la gran regularidad del de Cervera en el sorprendente año de su debut en el Mundial, pero también lo era que en 2006 Rossi perdiera un título que estaba cantado. Como el de Márquez ahora.