Rafel Nadal, nuevo número uno del mundo, inicia hoy el asalto en Shanghái a uno de los tres Masters 1.000 que faltan en su palmarés. El mallorquín debutará contra el ucraniano Alexander Dolgopolov, (no antes de las 14 horas/Teledeporte) a quien el manacorí ha superado en las tres ocasiones en las que se han enfrentado, dos de ellas en pista dura. ´Dolgo´ superó ayer al estadounidense Michael Russel, por 6-1 y 6-3, en una hora.

El tifón Fitow que azota estos días el suroeste de China ha anegado las vías de acceso al estadio Qi Zhong, donde se disputa esta competición, con hasta dos palmos de agua, y también ha provocado cierto descalabro en la planificación de los jugadores. Por esta causa, Nadal madrugó ayer y se levantó a las siete para intentar entrenarse con el suizo Stanislas Wawrinka a primera hora en la central -"antes de que nadie pudiera llegar al torneo"-, dijo. Pero al final ambos tuvieron que refugiarse en una de las pistas adyacentes porque en la central había goteras. "Aún así ha valido la pena levantarme pronto porque, así como está el día, solo van a poderse entrenarse cuatro, y hay que dar prioridad a los que van a competir hoy", dijo Nadal. "Me siento afortunado porque he podido entrenar una horita y media, solo con Wawrinka, y al menos tengo el trabajo hecho, y al que madruga Dios le ayuda. En este caso no ha sido posible en la central, pero sí en las otras en buenas condiciones", añadió.

Nadal no se había sentido muy satisfecho con las bolas usadas la pasada semana en el torneo de Pekín, pero sí con las que se ha encontrado en Shanghai. "Las bolas son distintas a las de la pasada semana. Siempre digo que no es positivo hacer cambios de bolas entre torneos porque este es el tercer cambio de bola que los jugadores van a tener en tres semanas (Malasia, Bangkok, Pekín y Shanghái). Esto es complicado para el hombro, es malo", dijo Nadal. "A mí personalmente la bola de aquí me gusta más que la de la semana pasada, que creo que era muy dura y no me favorecía. Esta hay que probarla en la competición, pero la sensación en la pista de entrenamiento es que puedo controlar mejor la pelota, la puedo atravesar mejor. Allí la bola me ganaba a la raqueta y aquí tengo la sensación de que mi raqueta gana a la bola, pero eso no garantiza nada", matizó. Shanghái es junto con Miami y París-Bercy los tres Masters 1000 que faltan en el palmarés de Nadal, que tampoco ha ganado el Masters. Este año ha triunfado en cinco: Indian Wells, Madrid, Roma, Montreal y Cincinnati, más que ninguno, convirtiéndose en el primer jugador en la historia en ganar cuatro de ellos consecutivos. El serbio Novak Djokovic se convirtió en 2011 en el primer jugador en ganar cinco de ellos. Nadal tiene dos opciones, una en Shanghái y otra en París-Bercy, para superarle. En total, Nadal posee 26 de ellos, siendo el líder, con cinco más de ventaja sobre Roger Federer, nueve más que Andre Agassi, y 12 más que Djokovic.