La Real Sociedad volvió a dejarse puntos en su antaño fortaleza de Anoeta y tropezó contra un Sevilla (1-1) que se hizo acreedor al empate final y que incluso perdonó cuando iba por delante en el marcador.

La Real llegaba presionada a este encuentro, con malos resultados, lesiones y un partido de Liga de Campeones el próximo miércoles en el que se juega sus opciones europeas y ello se notó en unos primeros minutos de nerviosismo en el que el Sevilla se movió cómodo.

El conjunto de Unai Emery vino a hacer su partido y enseguida se le puso de cara porque en su primera llegada al área de Bravo, a centro del croata Rakitic, el balón llegó a Jairo, que eludió la salida del meta chileno y la presión defensiva con gran facilidad para lograr el 0-1.

La Real estaba desconocida en su peor partido de la temporada y tuvo una enorme fortuna en un remate de Trochowski sin portero que el delantero germano envió fuera, en lo que pudo haber sido la puntilla del partido.

En el segundo tiempo pareció despertar la Real y estuvo a punto de empatar en un afortunado remate del mexicano Carlos Vela que pegó en el poste, acción que despertó a los locales animados por la hinchada de Anoeta.

El gol llegaría en un balón colgado por Vela, cabeceado por Antoine Griezmann y, aunque en primera instancia lo despejó el meta luso Beto, el jugador francés consiguió llevar al fondo de la red.

El Sevilla no se amilanó y buscó la portería de Bravo, eso sí con escaso acierto mientras los donostiarras seguían sumidos en un mar de dudas y echando en falta a su cerebro Xabi Prieto.

El empate parecía inamovible hasta la expulsión a cinco minutos para el final de Cala, que daría una nueva oportunidad a los blanquiazules para hacerse con el partido, pero no era el día de sus delanteros y el marcador permaneció inamovible.