Las obras de construcción y remodelación de seis de los doce estadios de fútbol para el próximo Mundial de 2014 marchan a contrarreloj y la FIFA ya se ha encargado de afirmar que no tolerará retrasos en el cronograma impuesto.

Hace unas semanas, el ministro de Deportes brasileño, Aldo Rebelo, afirmó que "aunque existen condiciones para cumplir los plazos", era "necesario exigir un ritmo mayor en las obras", ya que los seis estadios que faltan por entregar a la FIFA deberán estar listos para finales del mes de diciembre.

Una de esas seis sedes mundialistas sin acabar es la de Sao Paulo. Aunque es el estadio más avanzado, un 80 por ciento completado, preocupa algo más ya que es allí donde tendrá lugar la ceremonia inaugural de la Copa del Mundo.

El portal web del Gobierno de Brasil para el Mundial ha hecho público el estado actual de esos seis estadios que todavía no han visto completadas sus obras de remodelación. Además del estadio de Sao Paulo, el de Manaos, con un 76 por ciento completado; el de Curitiba, con un 71 por ciento; el de Natal, con un 78 por ciento; el de Cuiabá con un 80 por ciento; y el de Porto Alegre, con 74 por ciento.

"Si un estadio avanza en las obras a una tasa del 3 por ciento al mes, necesitamos un aceleramiento significativo del trabajo. Lo primero que hay que hacer es aumentar el número de trabajadores", afirmó el ministro.

Esta situación, tildada de "alerta amarilla" por el ministro de Deportes, puede también extrapolarse a la rápida modernización que precisan aeropuertos, redes de transporte público, las comunicaciones, así como la mejora de la oferta hotelera, según han apuntado medios locales.